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El país se consolida como referente mundial en hospitalidad consciente, donde la autenticidad, la sostenibilidad y el bienestar son el nuevo lujo.

De acuerdo con el Informe de Tendencias de Viajes de McKinsey & Company, los viajeros internacionales están redefiniendo lo que valoran al planificar sus experiencias. La investigación revela un cambio sostenido hacia los viajes con propósito, enfocados en la autenticidad cultural, la desconexión digital y el bienestar físico y mental.

Esta tendencia valida el modelo de hospitalidad costarricense, donde la promesa de la “Pura Vida” se convierte en el producto de más alta gama. Hoteles como Nayara Resorts, El Silencio Lodge & Spa, Hideaway Río Celeste, Arenal Manoa y Ara Ambigua Lodge son ejemplo de cómo Costa Rica lidera el movimiento del turismo regenerativo y consciente.

Bienestar integral como eje de la experiencia

El turismo de propósito en Costa Rica combina lujo, conexión emocional y respeto por la naturaleza. Entre sus principales beneficios destacan:

  • Sanación mental y reducción del estrés: la riqueza natural del país facilita la desconexión, mejora la concentración y reduce los niveles de cortisol.
  • Conexión emocional profunda: la inmersión cultural y el contacto directo con la biodiversidad generan un sentido de pertenencia y crecimiento personal.
  • Gastronomía saludable: la filosofía “de la tierra a la mesa”, junto con actividades como yoga, senderismo y terapias naturales, fomenta un estilo de vida activo y consciente.
  • Propósito y sostenibilidad: los viajeros eligen alojamientos comprometidos con la conservación ambiental y el desarrollo de comunidades locales.

Voces del turismo consciente costarricense

En Nayara, el verdadero lujo es la conexión con la naturaleza pura. Nuestras iniciativas de reforestación y la reserva de perezosos son prueba de que se puede ofrecer una experiencia premium donde el principal valor añadido es la responsabilidad ecológica”,

señaló Jonathan Rojas, Global PR & B2B Marketing Manager de Nayara Resorts.

El hotel también cuenta con un programa de compras de kilómetro cero y ofrece experiencias culturales como clases de café, tours de chocolate y talleres sobre historia local.

Por su parte, Paola Bolaños, sales manager de El Silencio Lodge & Spa, destacó:

En nuestro bosque nuboso, la desconexión es obligatoria y transformadora. Ofrecemos rituales de bienestar inspirados en la naturaleza, experiencias de siembra de árboles y clases de cocina tradicional costarricense”.

Desde Río Celeste, Gabriela Mora, gerente general de Hideaway Río Celeste, enfatizó el valor del aislamiento consciente:

“Ofrecemos confort con propósito, en armonía con la inmensidad del paisaje. Nuestros huéspedes viven experiencias culturales como visitas a la Reserva Indígena Maleku o al Refugio de Vida Caño Negro”.

Para Alejandro Rojas, coordinador de mercadeo del Hotel Arenal Manoa:

El verdadero lujo es la conexión profunda con el bienestar y la sostenibilidad. Nuestras aguas termales y vistas al Volcán Arenal ofrecen un entorno de sanación, mientras reafirmamos nuestro compromiso con la conservación y la comunidad local”.

Finalmente, Lisbeth Corrales, propietaria del Hotel Ara Ambigua Lodge, expresó:

“En Sarapiquí, nuestra misión es que el huésped viva la cultura local y la conservación. Reforestamos, reciclamos, usamos energía solar y ofrecemos experiencias como el tour por el río Sarapiquí, el tour de piña y el de chocolate”.

El nuevo rostro del turismo costarricense

Los alojamientos costarricenses han comprendido que el viajero actual busca experiencias transformadoras, donde el confort se une con la autenticidad y el respeto por el entorno. En este modelo, el bienestar y la sostenibilidad dejan de ser complementos para convertirse en el corazón mismo de la hospitalidad nacional. Costa Rica confirma así su liderazgo global en el turismo con propósito: un país donde la naturaleza no solo se visita, sino que se habita con conciencia.