La propuesta fusiona materiales para reinterpretar la figura del jaguar como emblema de identidad, soberanía y conexión espiritual con la tierra.

La colección Club Jaguar 2025 surge como una exploración de los vínculos entre la herencia mesoamericana y el diseño contemporáneo, tomando al jaguar como símbolo central de fuerza, conocimiento y territorio. Esta es obra del diseñador Gian Carlo Sandoval Mazzero.

En las antiguas culturas mesoamericanas —desde el altiplano de México hasta el noroeste de Costa Rica— el jaguar representó una presencia sagrada: guardián del inframundo, mediador entre mundos y símbolo de poder espiritual.

En el territorio costarricense, el jaguar tuvo un papel destacado en la orfebrería, la cerámica y la piedra tallada de las culturas del Diquís, del Gran Nicoya y del Atlántico Sur. Las representaciones de felinos con colmillos expuestos o cuerpos en movimiento no eran simples adornos, sino emblemas de protección, metamorfosis y conexión con las fuerzas naturales.

Hoy, Club Jaguar retoma esa memoria y la traduce en una colección que combina materiales tradicionales con biomateriales regenerativos como maíz, coco, algodón, bambú, cáscaras de frutas y fibras vegetales. Estos se integran con cerámica, cristales, acero inoxidable, piedras turquesas, jade, concha nácar y otros elementos que evocan el vínculo espiritual con la tierra y los antiguos guardianes del territorio.

La propuesta sostiene que el diseño también es soberanía, al reinterpretar símbolos antiguos para fortalecer la memoria cultural y proyectarla hacia el futuro.

Según Sandoval, en un contexto donde los discursos políticos y culturales se entrelazan, Club Jaguar invita a decodificar los signos de la época y convertirlos en expresiones de conciencia y pertenencia. La colección no se alinea con discursos partidarios, sino que propone un lenguaje simbólico que promueve el patrimonio material, inmaterial y ancestral de Costa Rica, reactivando su sentido espiritual en los tiempos actuales.