
Dinadeco celebra el Día Nacional del Servidor Comunitario reconociendo a quienes transforman el país desde sus comunidades.
Este domingo 26 de octubre, Costa Rica conmemora el Día Nacional del Servidor Comunitario, una fecha para honrar la entrega, el compromiso y el amor por el bien común de miles de personas que, de manera voluntaria, dedican su tiempo y energía al desarrollo del país.
Desde la frontera sur hasta las zonas rurales más apartadas, más de 400.000 personas integran una organización comunal y cerca de 28.000 líderes y lideresas sirven en juntas directivas, impulsando proyectos que fortalecen el bienestar social, económico, ambiental y cultural de Costa Rica. 
Este año, la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco) dedica la conmemoración a quienes conforman el voluntariado más grande del país, bajo la consigna “Voluntarios Anónimos”, visibilizando las historias, los rostros y las motivaciones de quienes, sin buscar reconocimiento, construyen día a día el progreso local.
Yamileth Ureña Jiménez, presidenta de la Asociación de Desarrollo Integral de San Joaquín de Corralillo, Cartago expresó:
Ser comunalista es una tarea que nos asignamos nosotros mismos por ser parte de una comunidad. Conocer las necesidades, buscar las prioridades y motivar a otros a involucrarse es un reto, pero también un honor”.
Félix Esquivel, dirigente comunal de Sixaola, Talamanca manifestó:
Ser comunalista es una gran responsabilidad. Significa asumir el compromiso de trabajar por todos, sin esperar nada a cambio, pero con la satisfacción de ver crecer a la comunidad y dejar huella en las nuevas generaciones”.
Historias como las de Yamileth y Félix se repiten en cada rincón del país. Detrás de cada salón comunal, de cada espacio deportivo, calle o proyecto socioproductivo, hay personas que, en silencio, han transformado realidades. Su labor ha sido decisiva para el desarrollo local: han construido caminos, gestionado servicios públicos, levantado centros de salud, impulsado proyectos ambientales, preservado tradiciones culturales y liderado respuestas en momentos de emergencia nacional.
Sin ellas y ellos, gran parte del progreso comunitario costarricense simplemente no existiría. Son los voluntarios anónimos que, sin cámaras ni aplausos, han tejido el país desde sus raíces, sosteniendo el bienestar común con compromiso, empatía y visión colectiva.

En el marco de esta importante fecha, el director nacional de Dinadeco, Roberto Alvarado Astúa, destacó:
Fortalecer y acompañar el liderazgo comunal es una prioridad institucional. Cada servidor comunitario representa una historia de esperanza y trabajo colectivo. Su esfuerzo voluntario es una expresión viva del desarrollo con rostro humano que Costa Rica necesita”.
Hoy celebramos a quienes, con su trabajo voluntario, han hecho de Costa Rica una nación más justa, solidaria y participativa. Ellos y ellas son la fuerza invisible que mueve a las comunidades: los verdaderos arquitectos del desarrollo local.




