
Estudio evidencia necesidad de fortalecer el enfoque de género.
Las mujeres enfrentan barreras para tener acceso a servicios públicos, como agua y transporte público. Estudio evidenció que prevalecen barreras estructurales, sociales y culturales que limitan su experiencia como usuarias de los servicios públicos regulados. La investigación fue realizada por estudiantes de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el marco de su práctica profesional en la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
De acuerdo con la investigación las brechas de género en el acceso y uso de servicios públicos no son aisladas, sino parte de un entramado estructural que reproduce desigualdades históricas. Las mujeres enfrentan una doble jornada, invisibilización en espacios de toma de decisiones y condiciones de inseguridad que limitan su autonomía.
Estos resultados fueron presentados en el III Encuentro del Observatorio Latinoamericano de Género y Movilidad, realizado en la ciudad de Bogotá, Colombia el 8 de octubre de 2025.
El estudio “Identificación de brechas de género en el acceso y uso de servicios públicos para el desarrollo de estrategias en la implementación de las políticas de igualdad y equidad de género en los procesos de la Aresep”, incluyó la participación de 96 mujeres lideresas.
Estas lideresas han sido formadas en programas de empoderamiento a la ciudadanía, impulsados por la Aresep.
Los principales hallazgos son:
- Desigualdad en la gestión del servicio de acueducto: Solo el 16% de las participantes son abonadas del servicio. El 66,7% de las mujeres encuestadas asume la responsabilidad principal de la recolección y uso del agua en sus hogares, lo que refleja una carga desproporcionada de trabajo doméstico no remunerado. Además, el 74% asume la responsabilidad de gestionar las necesidades del hogar durante las interrupciones en el servicio, lo que intensifica su vulnerabilidad.
- Limitada participación en ASADAS: Solo el 32,26% de las informantes son afiliadas, es decir titulares del servicio para formar parte de la asamblea de la asociación. Las barreras más frecuentes para participar en estas asociaciones son: falta de tiempo, información y apoyo familiar y falta de confianza.
- Inseguridad en el transporte público: El 37,7% de las mujeres reporta sentirse insegura o vulnerable al utilizar el autobús, por haber experimentado situaciones de acoso verbal, acoso físico, intimidación por parte de otros pasajeros o choferes y hostigamiento en paradas de autobús. Un 27% señaló que el personal a cargo del servicio no interviene ante estas situaciones.
- Desconocimiento sobre tarifas: A pesar de haber participado en procesos formativos de la ARESEP, cerca del 50% de las mujeres no conoce la tarifa vigente ni cómo se calcula, lo que evidencia la necesidad de reforzar la formación regulatoria con enfoque de género.
- Impacto emocional y físico: Las mujeres relatan que la inseguridad y el acoso en el transporte afectan su salud mental, movilidad y calidad de vida. Algunas adoptan estrategias como caminar rápido, evitar contacto visual o usar ropa cómoda para sentirse más seguras.