Cada año, Dos Pinos transforma en promedio 50 millones de litros de leche en queso. Más que un alimento, esta producción impulsa empleo, economía local y orgullo regional en San Carlos.
En la pintoresca zona de San Carlos, se activa un motor económico con corazón lechero. La producción de queso representa mucho más que un producto delicioso, es sinónimo de sustento, nutrición, bienestar y empleo para miles de familias que dependen directamente de ella.
Con una capacidad para procesar más de 600,000 litros de leche al día, la planta de la Cooperativa Dos Pinos es un centro de operaciones donde más del 25% del producto se destina exclusivamente a la elaboración de queso.
“Dos Pinos es un pilar económico vital para las comunidades rurales de Costa Rica. Diariamente la Cooperativa desembolsa a nivel nacional cerca de ₡520 millones de colones a sus asociados por la compra de leche de alta calidad. Esta significativa inyección económica corresponde a la adquisición diaria de unos 1.3 millones de litros de leche, lo que subraya el compromiso de la cooperativa con sus socios y el impacto directo que su operación tiene en el desarrollo y la estabilidad de las zonas productoras”, aseguró Sofía Valverde gerente de Comunicación y Relaciones Comunitarias de Dos Pinos.
Este pago diario no solo asegura la sostenibilidad de las familias productoras, sino que también fomenta una economía local, permitiendo que las comunidades rurales prosperen a través de una fuente de ingresos constante y confiable.
Productividad local
Cerca de 600 personas colaboradoras trabajan en el plantel de San Carlos, un número que ejemplifica el compromiso de la Cooperativa con la generación de empleo de calidad. A finales del mes de julio, la Cooperativa Dos Pinos fue reconocida en el ranking Merco Talento Costa Rica 2025, donde se destaca el liderazgo de la Cooperativa en la gestión del talento humano, evaluando su capacidad para atraer, fidelizar y desarrollar a sus personas colaboradoras.
Desde el año de 1993, la Cooperativa centralizó en San Carlos su producción de quesos, y hoy esta región no solo se posiciona como la principal cuenca lechera del país, sino como el corazón quesero de Costa Rica.
Además, la Cooperativa ha invertido en tecnología de punta para asegurar procesos eficientes y productos de alta calidad. La planta en San Carlos alberga la moldeadora de queso fresco automática más grande de la región y cuenta con líneas de empaque automatizadas que garantizan frescura y seguridad alimentaria desde la fábrica hasta la mesa.
El modelo cooperativo es una forma de construir futuro en el país de una manera integral e inclusiva y en Dos Pinos, ese futuro se cuida generación tras generación. “Así somos, y así seguiremos siendo, una cooperativa orgullosamente costarricense, que transforma cada litro de leche en progreso y en un legado que continúa escribiéndose junto a Costa Rica”, finalizó Valverde.
Dos Pinos ofrece al mercado nacional desde el tradicional queso fresco hasta opciones especializadas como el Manchego y el Gouda, los cuales son elaborados en esta planta. Aunque algunos procesos mantienen un carácter más artesanal por la naturaleza del producto, la planta ha evolucionado para combinar esa tradición con controles modernos de calidad e inocuidad.
En un país que valora su identidad agrícola, San Carlos demuestra que el queso no es solo un producto: es un símbolo de lo que una comunidad puede construir cuando hay visión cooperativa, trabajo constante y sentido de propósito compartido.
