Capacitación se dio en el marco del proyecto “Empoderando comunidades en sistemas agroalimentarios sostenibles”.

Un grupo de veinticinco personas productoras de Guatuso cuentan con mayor conocimiento para fabricar y aplicar bioinsumos, con el objetivo de reducir costos, cuidar el ambiente y mejorar la sostenibilidad de sus fincas y sus emprendimientos.

Sabrina Jiménez, una mujer productora y lideresa indígena de la comunidad Maleku, participó activamente en el taller de elaboración de bioinsumos y compartió:

Este curso realmente me brindó nuevos conocimientos que puedo aplicar en mis cultivos y en los proyectos que realiza mi familia. Es importante saber que podemos implementar estos conocimientos para que nuestros cultivos y nuestras prácticas diarias sean más sostenibles y amigables con el medioambiente”.

Este valioso proceso de aprendizaje fue posible gracias al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en el marco del proyecto “Empoderando comunidades en sistemas agroalimentarios sostenibles”, respaldado por el Fondo Conjunto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Joint SDG Fund), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La representante asistente de programas de la FAO en Costa Rica, Andrea Padilla, explicó:

Impulsar prácticas que reduzcan el uso de agroquímicos es fundamental para avanzar hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles. Esto no solo contribuye a disminuir la contaminación del suelo y el agua, sino que también mejora la calidad de los alimentos, protege la salud de las personas productoras y consumidoras, y refuerza la resiliencia de los ecosistemas. En la FAO estamos convencidos de que el conocimiento práctico es una herramienta poderosa para lograr el cambio".

Las personas productoras también aprendieron a elaborar distintos tipos de productos libres de químicos a partir de materiales naturales, muchos de ellos disponibles en sus propias fincas. Entre los bioinsumos trabajados destacan el súper magro sólido y líquido, biol, compost, microorganismos de montaña (MM), caldos minerales y tés de compost. Todos estos insumos contribuyen a nutrir los cultivos, mejorar la salud del suelo y reducir la dependencia de productos químicos.

Además de las sesiones prácticas, las personas participantes tuvieron acceso a diferentes materiales educativos complementarios, entre ellos, una guía paso a paso y desplegables ilustrados que explican de forma sencilla cómo preparar y aplicar estos insumos en el campo.

Esta iniciativa se enmarca en la estrategia del MAG para impulsar biofábricas en los territorios, como espacios clave para que las comunidades produzcan sus propios insumos naturales y avancen hacia una alimentación más saludable y una agricultura progresivamente libre de agroquímicos.

Grupo de personas que recibieron la capacitación en bioinsumos.

Según el  jefe de extensión agrícola del MAG en Guatuso,  Marvin Leitón, contar con una biofábrica equipada ha sido fundamental para llevar a cabo el proceso:

Esto nos permite desarrollar las capacitaciones de forma más eficiente y al mismo tiempo, ofrecer a las personas productoras un abanico más amplio de bioinsumos que pueden elaborar. Muchas veces lo más costoso es justamente eso: tener el lugar, el equipo y las materias primas. Esta iniciativa viene a contribuir con esa necesidad de forma muy concreta”.

Gracias al trabajo conjunto entre instituciones y comunidades, Guatuso avanza con paso firme hacia la transformación de sus sistemas agroalimentarios, apostando por prácticas más sostenibles, resilientes y libres de agroquímicos. La experiencia demuestra que, con conocimiento, herramientas adecuadas y compromiso local, es posible cultivar un futuro más saludable y próspero para las comunidades.