La enfermedad celíaca puede afectar mucho más que el estómago. Desde fatiga hasta problemas de crecimiento, entérese de las señales de alerta que no debe ignorar.

Tres consejos para aplicar hoy mismo:

  1. Consulte con un médico si experimenta síntomas digestivos persistentes como diarrea, hinchazón o estreñimiento.
  2. No elimine el gluten de su dieta sin haber realizado los estudios necesarios para un diagnóstico.
  3. Preste atención a síntomas no digestivos como fatiga, anemia, problemas en la piel o cambios de peso inexplicados, ya que también podrían ser señales de enfermedad celíaca

La enfermedad celiaca es un trastorno autoinmune que puede manifestarse a través de una amplia variedad de síntomas, desde problemas digestivos hasta fatiga, afecciones de la piel y deficiencias nutricionales.

Aunque muchas veces se asocia únicamente con malestares estomacales, su impacto puede ser mucho más profundo y afectar distintos sistemas del cuerpo.

Esta condición se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Al consumir gluten, el sistema inmunológico de las personas celiacas reacciona de manera inapropiada, provocando inflamación y daño en el intestino delgado. Este daño, a su vez, reduce la capacidad del cuerpo para absorber una amplia  variedad de nutrientes.

Síntomas digestivos frecuentes

  1. Diarrea: Uno de los primeros signos que suelen aparecer es la diarrea crónica. Este síntoma se debe a la atrofia de las vellosidades intestinales responsables de la absorción de nutrientes, lo que disminuye la superficie de absorción y la producción de enzimas digestivas.
  2. Distensión abdominal (hinchazón): El daño intestinal genera inflamación y acumulación de gases, generando una sensación de pesadez. Es importante notar que no todas las personas que presentan hinchazón tras comer gluten tienen enfermedad celíaca; en algunos casos, podría tratarse de síndrome de intestino irritable (SII).
  3. Exceso de gases: Aunque puede tener diversas causas, es importante considerarlo como una señal de advertencia cuando se presenta de forma persistente junto a otros signos.
  4. Estreñimiento: En algunas personas, el intestino dañado absorbe demasiada agua, endureciendo las heces y dificultando su evacuación.

Manifestaciones más allá del sistema digestivo

La enfermedad celíaca no se limita a síntomas gastrointestinales. Puede afectar el bienestar general de formas menos evidentes:

  1. Fatiga: Los estudios indican que quienes padecen enfermedad celíaca tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos del sueño y deficiencias nutricionales, factores que contribuyen a la fatiga crónica.
  2. Pérdida de peso inexplicada: Especialmente en niños, un descenso abrupto de peso puede ser una de las primeras señales de alerta, acompañado de disminución del apetito, irritabilidad y diarrea.
  3. Anemia por deficiencia de hierro: La mala absorción de nutrientes puede causar anemia, que se manifiesta con fatiga, debilidad, dolor en el pecho, dolores de cabeza y mareos.
  4. Erupción cutánea: La dermatitis herpetiforme es un tipo de sarpullido característico de la enfermedad celíaca. Afecta típicamente codos, rodillas y glúteos, y puede presentarse incluso en ausencia de síntomas digestivos.
  5. Dolores articulares y musculares: Tanto niños como adultos pueden experimentar dolores articulares (artralgias) y musculares (mialgias), así como dolor óseo. Además, los adultos con enfermedad celíaca pueden tener antecedentes de fracturas debido a osteopenia u osteoporosis.
  6. Problemas de crecimiento y fertilidad: En niños, la enfermedad puede causar baja estatura, defectos en el esmalte dental y pubertad retrasada. En adultos, la infertilidad y los abortos espontáneos recurrentes también se han vinculado a la enfermedad celíaca, probablemente por deficiencias nutricionales y la inflamación crónica.
  7. Impacto emocional: Muchas personas no diagnosticadas reportan depresión, ansiedad y una sensación persistente de cansancio, afectando su calidad de vida y dificultando la adherencia a la dieta libre de gluten.

El camino hacia el alivio

La buena noticia es que adoptar una dieta sin gluten suele resolver muchos de estos síntomas, ya que el eliminar el gluten de la alimentación permite que el intestino se recupere, mejora la absorción de nutrientes y reduce la inflamación en el cuerpo.

Sin embargo, es fundamental no comenzar una dieta libre de gluten antes de realizar los exámenes diagnósticos adecuados, ya que esto podría dificultar la confirmación de la enfermedad.

Si sospecha que podría tener enfermedad celíaca, consulte a su médico para una evaluación adecuada.