Gloria a Dios en las alturas. Y en la tierra paz, buena voluntad para…

En Navidad -especialmente- recordamos el nacimiento del Hijo de Dios: de Jesucristo que vino a predicar… perdón, amor al prójimo, justicia y equidad; esperanza y hechos gloriosos.

Nos alegramos y nos entregamos a los demás, incluso a los no conocidos. La navidad -especialmente- nos humaniza y nos acerca a la buena voluntad para todos (nos hermana). Pero hay algo triste, muy triste: la navidad se vive un día (una época corta). Lo ideal, lo trascendente  para todo ser humano, para todas las personas, es que la navidad viva -en nosotros- todos los días; cada día… para  el pleno  respeto a la dignidad humana, para el desarrollo del bienestar integral. Para convertirnos en hacedores de lo positivo.

Cada día para nosotros, pero también, para los otros… hechos navideños, optimismo, amistad social, fraternidad y solidaridad activa. En síntesis: cooperando (todos, por todos) para, entre otros,  hacer y tener un país de más riqueza económica, y  más  y mejor justicia social.

-Refiriéndose  a la Navidad, Francisco I, se manifiesta así: 

"Para que sea verdaderamente Navidad, no olvidemos esto: Dios viene a estar con nosotros y nos pide que cuidemos a nuestros hermanos, especialmente a los más débiles, los más frágiles, (…). “Si las preocupaciones cargan al corazón y nos inducen a encerrarnos en nosotros mismos, Jesús nos invita en cambio a levantar la cabeza, a confiar en su amor que nos quiere salvar y que se hace cercano en cada situación de nuestra existencia, a hacerle espacio para volver a encontrar la esperanza”. -1/12/2024 -. 

Navidad, tiempo importantísimo para meditar (“en cada situación de nuestra existencia”), pero igualmente importante: para hacer por el bien común, hacerlo con amistad social.

-Y, sobre esperanza y amistad social, “El Manifiesto por la dignidad de la política al servicio del bien común”, de la Red Internacional de Católicos con Responsabilidades Políticas, nos expresa:

“queremos acabar con las trincheras que nos enfrentan y desencantan a las generaciones que nos siguen. Aspiramos más a la fecundidad ética y social…, que nos invita a la “mejor política” alejada del inmediatismo y capaz de “reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos”.  (Fratelli tutti - FT 180)”. 

Y, aquí y ahora, lo lógicamente deseable,  en nuestra gran casa -nosotros, costarricenses  y  otros habitantes-   es acabar con las trincheras que nos separan. Derribemos muros y construyamos puentes, ya que, lamentablemente: este año ha sido un año de violencia, de enfrentamientos;  un año no muy fraternal  -de poca amistad social- y  por ello, no debe pasar como el año para  sólo  olvidar. Debe ser para meditar; meditar en la necesidad de la  paz integral, en la cooperación real; no engañosa, no mentirosa.   Lo deseable: Reflexionar y hacer de verdad.                                                                                

Reflexionar en la necesidad de la gran  familia (Costa Rica) unida, no separada.  Reflexionar con tranquilidad: dar gracias a Dios por nuestra vida; recordar -con amor- a los que gozan del regazo del Señor. Igualmente, rogar… bendición para nuestras familias, para nuestro  prójimo cercano. También para orar por todos los habitantes de nuestro país y del mundo entero, para que -todos- tengamos paz, no guerras. Debemos rogar  y hacer para el bien social; hacer lo favorable -cada día- para recomponer positivamente la convivencia fraternal, “el contrato social”.

-Valga referir, del Estado de la Nación, 2024: 

“En la actualidad, los logros históricos en desarrollo humano sostenible no son suficientes para asegurar un futuro de progreso y equidad” Y, “El crecimiento y la estabilidad macroeconómica se están logrando a costa de crecientes agrietamientos del contrato social”.

Sirva  la Navidad, para fraternizar en familia, para la fraternidad social con la gran familia, sin olvidar que, hechos son amores, no simples razones; recordando que “por sus frutos los conoceréis”.

-También sirvan, como reflexión:

Del  Premio Nobel de Economía, Paul Krugman

Pero si nos enfrentamos a la caquistocracia —el gobierno de los peores— que está surgiendo en estos momentos, puede que con el tiempo encontremos el camino de vuelta a un mundo mejor”. (Columna: La esperanza en una era de resentimiento. -New York Times, 10/12/24).

De Martin Luther King: “La pregunta más persistente y urgente de la vida es: ¿Que estás haciendo por lo demás?”. Y: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.

¡Navidad no es únicamente un día!

Navidad: para meditar,  para reflexionar, y verdaderamente hacer lo trascendente para la sociedad toda. Hacer todos… con alma social. ¡Feliz navidad, ahora y siempre! 

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