Señores y señoras, winter is coming, se viene la televisión decembrina.
Mi querido profesor del cole don Isidro Pardo de quien ya les he hablado cantaba una canción que decía Enciende la tele, apaga el cerebro, enciende, apaga, apaga el cerebro. Hasta hace muy poco tenía toda la razón, el aparato brindaba principalmente pura decadencia. Pero ahora si usted tiene la dicha de contar con internet la cosa ha cambiado, incluso hasta en diciembre la tele no tiene por qué ser sinónimo de ingrata trivialidad. La televisión (el aparato) me parece una cosa maravillosa, una ventana a la fantasía en la sala de la casa, no es poca cosa.
Nota importante: mi refunfuño no es contra quienes ven lo que ofrecen las televisoras, mi señalamiento es para los tomadores de decisión de las televisoras. Ellos y ellas son quienes pueden modificar la situación de la que acá me quejo. Fin de la nota importante.
Ahora que se acerca el tiempo más oscuro del año en cuanto a emisiones televisivas les invito a que cada vez que terminen las noticias y empiecen a sonar los gritos de falso júbilo en su tele, agarren el control remoto y pongan esto.
Pretend It’s A City (Netflix)
Básicamente la serie trata de Martin Scorsese hablando y riéndose con la escritora Fran Lebowitz. Es una absoluta gozada. Hablan de cultura pop, la vida cotidiana en la ciudad y sus observaciones sobre la sociedad, vida y muerte, hablan de todo y de nada como cualquier conversación que valga la pena. Sea que conozca a la escritora o no le prometo que luego de ver el primer episodio quedará prendado. Tipa acida, brillante, irreverente, divertida y enojona. Sus reflexiones son simpatiquísimas aunque sean totalmente ajenas a nuestra vida en Costa Rica. Siendo que uno aprende un montón en cada episodio, se ríe, se entretiene montones y la serie es dirigida y co-protagonizda por Scorsese, Pretend It’s A City es una recomendación perfecta para no dejarse embobar este fin de año por la caja tonta.
Pucha, no me mal interpreten, no creo que la diversión esté mal, es justa y necesaria, no estoy pidiendo acá que cada vez que empiecen los chinameros a hacer sus bailecitos se pongan a leer el Tratado Teológico-Político de Spinoza, ni que sienten a ver sí o sí Azul de Kieslowski, solo sugiero que establezcamos mínimos.
La siguiente recomendación es un buen ejemplo de cómo para divertirse no es necesario entregarse completamente al abandono neuronal.
Nikki Glaser. Someday You'll Die (Max)
Este stand up comedy, explora con inteligencia y humor temas como la mortalidad, la maternidad, las relaciones, la sexualidad y las inseguridades personales, y da risa justamente porque uno se ve reflejado en las reflexiones de esta mujer y mientras se suelta la carcajada uno se enfrenta a la absurdidad de nuestra propia existencia. El humor es una herramienta perfecta para eso, para pensar. Es que el humor está muy lejos de ser algo estúpido o sencillo, y ojo tampoco tiene que ser intelectualoide, el humor bien hecho se ríe de la viga que está en el ojo propio antes de burlarse de la paja que está en el ojo ajeno, eso lo hace muy bien Nikki Glaser. Espero que disfruten mucho esta recomendación pero sino les gusta la culpa es del director de este medio de comunicación, pues gracias a él conocí a esta comediante.
No soy ningún erudito, ni escribo esto imaginando que veo al pueblo desde lo alto de una torre, para nada, solo creo que el contenido que nos dan en las televisoras ticas a fin de año es especialmente deficitario, entregan en el mejor de los casos (para decirlo en bonito) entretenimiento que adormece. ¿Se vale señalarlo, no?
Entonces, en defensa de la risa que facilita la reflexión la siguiente recomendación.
Trevor Noah. Where was I (Netflix)
Vean, sino conocen a Trevor Noah les agarró tarde, es buenísimo. Es un comediante sudafricano que nació aún en tiempos del apartheid (que no fue hace tanto, terminó en 1991). En este show, en el que les aseguro que se van a reír montones, Trevor Noah reflexiona con humor negro (nunca mejor dicho) sobre temas como la identidad, las diferencias culturales, la política y las dificultades de crecer en Sudáfrica durante la época de la segregación.
Actualmente los televisores pueden ser una fuente gigantesca de entretenimiento de alta calidad, solo se debe hacer un pequeño ejercicio de curaduría, y bueno, ese es uno de los principales motivos de ser de esta columna. Feliz fin de semana.