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Estimado lector,

Antes de comenzar, me gustaría hacerle una pregunta: ¿cuál fue la última persona a la que le dio un abrazo? Si vino a su mente el momento exacto en que dio ese abrazo es gracias a su capacidad de almacenar recuerdos, y esta es una de las tantas funciones que realiza nuestro cerebro.

Este órgano está compuesto por más de mil millones de neuronas que trabajan en conjunto para darnos la capacidad de experimentar sentimientos, razonar, recordar momentos, aprender cosas nuevas, controlar nuestros movimientos, hablar, reír, correr y hacer todas esas cosas que le dan sentido a nuestras vidas.

Ahora, quiero pedirle un poco de su imaginación y de su empatía, algo que también será posible gracias a su cerebro.

Imagine que usted vive con diabetes tipo 2, y forma parte de entre el 50 y 70% de pacientes que no tiene controlados sus niveles de glucosa. El descontrol glucémico contribuye a la formación de coágulos que pueden bloquear el flujo sanguíneo que llega al cerebro, lo que impide que las células reciban el oxígeno y los nutrientes que necesita.

Por ello, usted tendrá entre dos y cuatro veces más posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular, como un accidente cerebrovascular (ACV), el cual es la segunda causa principal de mortalidad y discapacidad en la Región de las Américas.

Imagine que una noche, mientras está cenando con su familia, siente un fuerte dolor de cabeza, uno de sus brazos está entumecido, se siente confundido, se le dificulta hablar y de pronto pierde la conciencia. En ese momento, es necesario actuar rápido, y es justamente con esa palabra como se pueden detectar las primeras señales de un ACV.

Las siglas de R.Á.P.I.D.O. equivalen a: Rostro caído, Alteración del equilibrio, Pérdida de fuerza, Impedimento visual, Dificultad para hablar, Obtenga ayuda rápido. Sus familiares, al detectar estos síntomas, deberán llamar de inmediato a emergencias.

En el hospital, su familia estará preguntándose por qué ocurrió esto, con lágrimas en los ojos y mucha preocupación mirarán el pasar de las horas, que sentirán como eternas, esperando tener alguna noticia de los médicos. Y, sobre todo, estarán pensando lo mucho que desean volver a sentir sus abrazos.

Pero ese será solo el inicio de un largo camino que tendrán que recorrer después de este desafortunado evento. Cuando haya pasado la emergencia, será necesario hacer grandes cambios en el estilo de vida para no volver a pasar por esta situación.

De no hacerlo, puede volver a sufrir un ACV y desarrollar secuelas temporales o permanentes, como parálisis, pérdida de movimiento muscular, problemas para hablar o incluso una discapacidad. Esto no solo cambiaría por completo su vida, también la vida de las personas que lo rodean. 

Sabemos que el amor de la familia puede darnos la fortaleza de hacer frente a los momentos difíciles. Pero también sabemos que no queremos pasar por esos dolorosos momentos. Por eso, tenemos que tomar conciencia de lo importante que es cuidarnos.

El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular y es una gran oportunidad para que conozcamos los riesgos que pueden llevarnos a sufrir un ACV y sumar esfuerzos para prevenir estas complicaciones.

Día a día, muchos profesionales de la salud y científicos trabajamos en el desarrollo de tratamientos innovadores que ayuden a las personas con diabetes tipo 2 a reducir los riesgos cardiovasculares y tener mejor calidad de vida.

Y aunque estos trabajos en equipo nos han permitido obtener grandes avances, también necesitamos del esfuerzo individual para tomar medidas de prevención. Al controlar sus niveles de glucosa y presión arterial, dos de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, y además cuidar su alimentación, hacer ejercicio y seguir las recomendaciones de su médico se puede hacer la diferencia.

Si usted se cuida, podrá seguir recordando esos momentos que han marcado su vida, como la primera vez que se enamoró o la última vez que dio un abrazo. Pero también, le permitirá controlar su cuerpo para decir “te quiero”, compartir una cena en familia o recordar lo que significa actuar R.Á.P.I.D.O.

Un accidente cerebrovascular puede transformar más de una vida. Y esta es solo una de las complicaciones que puede traer una diabetes no controlada, pero ese es otro tema del que me encantaría hablarle pronto.

Por último, quiero pedirle que guarde este mensaje en su memoria, junto a todos esos recuerdos que atesora. Recuerde siempre que, al cuidarse, podrá seguir creando recuerdos felices junto a las personas que más quiere.

Después de leer este artículo, ¿recuerda cuál fue la última persona a la que le dio un abrazo?

Artículo de opinión escrito por Ileana Chiari-Shan, doctora en medicina con maestrías clínicas en medicina familiar y diabetes. Se desempeña como directora de asuntos médicos, regulatorios y de calidad de Novo Nordisk ® para Centroamérica, el Caribe, Bolivia, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay.