Por María Gabriela Rodríguez Mata – Estudiante de la carrera de Ingeniería en Seguridad Laboral
¿Qué sucede si las personas supieran que un producto como la acetona es un excelente aliado en la producción de la cocaína y heroína? Quizás impacta saber que este componente tiene un potencial tan destructor, pero Costa Rica tiene regulaciones para luchar contra su uso ilegal, por esto, se ocupa el cumplimiento de todos. La preocupación de los entes debido al uso de estas sustancias no es para menos, pues las drogas pueden generar dependencia y “altera el funcionamiento normal del sistema nervioso central del individuo” (I.A.F.A., 2020).
Los precursores, según el Sistema Costarricense de Información Jurídica, propiamente en la Ley de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas de Uso no Autorizado y Actividades Conexas, son definidos como “toda sustancia o mezcla de sustancias a partir de las cuales se producen, sintetizan u obtienen drogas, estupefacientes o psicofármacos”. (SCIJ, 2021). A partir del 25 de abril de 1989, Costa Rica se suscribe a la Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, con el objetivo de luchar contra las grandes consecuencias que estos productos ocasionan a la sociedad y cada uno de los hogares de las familias costarricenses. Por ello, mediante la Ley 8204 se crea la Unidad de Control y Fiscalización de Precursores del Instituto Costarricense sobre Drogas (de ahora en adelante ICD), para que este sea el “ente encargado de las políticas, los planes y las estrategias contra el tráfico ilícito de drogas y actividades conexas, la legitimación de capitales y el financiamiento al terrorismo”. (I.D.C., 2019a).
¿Cómo saber cuáles químicos entran bajo la regulación de los precursores? Para esto, el ICD cuenta con el Listado Oficial de Sustancias, Productos y Máquinas Controladas, que puede ser encontrado en su página de internet, con el objetivo de que las personas y empresas que apliquen para la fiscalización de uso de estos químicos puedan tener un fácil acceso.
¿Quién solicita y cómo se pide la licencia para el uso de precursores?
Para esta solicitud, el representante legal de la empresa, como persona física o jurídica, debe registrarse ante el ICD y llenar una boleta con datos sumamente sencillos. Esta solicitud es virtual con el objetivo de simplificar la tramitología, al igual que la renovación anual. Una vez que se tiene claro el perfil o el tipo de aplicación que debe realizarse según sea usuario, comprador, comercializador o demás, se completa el formulario que la misma página genera y se envía la información vía correo electrónico.
¿Cómo lleva a cabo el control el Estado? De manera mensual, un regente químico, con todas sus obligaciones, debe remitir al ICD un reporte sobre el uso de precursores. Cada uso debe encontrarse dentro de los límites de consumo que posee la empresa (para cada empresa puede ser diferente), y bien, en caso de que se requiera, el límite de consumo puede extenderse, siempre que la operación de la empresa así lo requiera y se siga comprobando su uso y compra mediante la presentación de facturas de compras.
Por todo lo mencionado y para propiciar una cultura preventiva, la fiscalización de los productos que faciliten o intervengan en la creación de drogas no puede ser tarea solamente de un sector, pues como indica el ICD, todo esto debe darse por “la unión de esfuerzos, tanto a nivel nacional como internacional.” (I.D.C., 2019b).
