Por Fiorella Salazar – Estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica
¿Se ha preguntado alguna vez cómo en nuestro país la tecnología desarrolla nuevos profesionales y se torna parte de la educación pública? Recuerdo cuando en la escuela tuvimos la oportunidad de utilizar las computadoras y lo emocionante que era poner hacer a una tortuguita andar con tan solo unos botones o comandos. No es lo mismo pensar en la tecnología en Costa Rica por allá del año 1999 a la tecnología del día de hoy.
En Costa Rica, hoy podemos decir que tenemos un ecosistema digital que provee un sistema más estable para poder ser utilizado en el sector educación. En el 2010, la Sala Constitucional de Costa Rica declaró que el acceso a Internet es un derecho humano fundamental. Sin embargo, este proyecto de llevar la tecnología a la educación pública está aún en desarrollo y situaciones como la actual, con la pandemia, hacen que esto sea una necesidad mayor. La tecnología es un excelente aliado para la educación, pues brinda herramientas y acceso a un sinfín de información, mientras los estudiantes desarrollan diversas capacidades que se podrán implementar cuando formen parte de la fuerza laboral de nuestro país.
Como parte del proyecto de llevar la tecnología a las aulas de escuelas públicas, destaca el Programa de Informática Educativa (PIE), cuya propuesta es el alcance económico y social. Este programa se crea gracias a la alianza del Ministerio de Educación Publica (MEP) y la Fundación Omar Dengo que data del año 1989. Y en el año 1994 se crea en el MEP el Departamento de Informática Educativa bajo el Decreto No.23489. También cabe destacar que estos programas se desarrollan con dos ejes: el Programa Nacional de Informática Educativa (Pronie MEP-FOD) y el Instituto Innova, que se enriquecen mutuamente. Según datos del 2017, un total de 652.433 estudiantes provenientes de 3.219 centros educativos fueron beneficiados con acceso a la tecnología. Este resultado representa una cobertura del 87.6% del total de estudiantes del ciclo básico del sistema de educación pública. Gracias a estos programas, se cierra una brecha digital al disminuir la cantidad de estudiantes por computadora pasando de 30 estudiantes a 6,3 (Ministerio de Educación Pública, 2017).
Parte del desarrollo y foco de estos programas son los territorios indígenas. Ellos también se ven beneficiados, pues se brinda acceso a nuevas tecnologías a 8.854 estudiantes de 139 instituciones en estas localidades. Se destaca, así mismo, la capacitación de los docentes de los diferentes centros educativos para que puedan tener el conocimiento y las herramientas necesarias para el buen uso de los recursos en el proceso de enseñanza-aprendizaje en las diferentes modalidades educativas en las aulas.
Los datos demuestran que, aun con grandes limitaciones, hay un gran avance en el desarrollo y la incorporación de la tecnología como herramienta de ayuda en las aulas de nuestro sistema educativo público. Esto demuestra planeamiento y esperanza en su progreso, ya que se obtienen grandes ventajas, y se devuelve la confianza, a los padres que optan por la educación pública, de que sus hijos tendrán una educación de alto nivel.
