Por Gonzalo González - Estudiante de la carrera de Ingeniería en Sonido
El mercado de “shows en vivo” ha ido evolucionando con el paso del tiempo y la tecnología ha jugado un papel importante en este apartado. Con la creación del MIDI en la década de los 80 por parte de Dave Smith y Ikaturo Kakehashi, un cambio en el mundo del entretenimiento se avecinaba, las producciones y shows en vivo ya no iban a ser los mismos. Las formas de crear e interpretar una melodía, un patrón rítmico e incluso un comando de ejecución hacia un grupo de luces tomarían un nuevo rumbo con el uso de este protocolo y su implementación en la gran mayoría de instrumentos electrónicos y de algunos dispositivos que les permite conectarse entre sí, ya sea entre instrumentos electrónicos, ordenadores, controladores o dispositivos, por lo que este nuevo protocolo de conexión se convertiría en un elemento fundamental en producciones y eventos en vivo.
Dentro los múltiples beneficios de esta tecnología, se puede contemplar la facilidad en la conexión entre dispositivos de distintas marcas (no es un protocolo exclusivo), además de la versatilidad a la que se ha llegado; por ejemplo, en el ámbito musical, ya no es necesario cargar con múltiples instrumentos análogos para realizar una presentación en vivo. Además, representa un menor costo para muchos músicos y productores, ya que con la llegada de los DAW y VSTs (instrumentos virtuales) que involucran tecnología MIDI, muchas de las producciones que necesitaban una gran cantidad de instrumentos musicales y de músicos, encontraron diversas soluciones, lo cual se tradujo en que una sola persona podía simular una banda en presentaciones en vivo. Por otra parte, el MIDI es utilizado para controlar, sincronizar y ejecutar otros dispositivos según sea la necesidad en distintos “shows”; tener el control de luces, proyectores, animatrónicas, paneles y demás herramientas ahora es posible con MIDI.
Por eso, es imposible obviar el cambio que se ha vivido en distintas producciones desde la creación del MIDI; muchos músicos de la época encontraron en esta una herramienta poderosísima que les ha permitido crear e interpretar su arte de diferentes formas y con facilidades únicas, Alex Paterson expresa su felicidad al poder trabajar con MIDI y lo describe como haber encontrado “un sueño” (MIDI, la tecnología que le abrió la puerta a la música digital, 2012), ya que les abrió a músicos y productores un mundo de posibilidades de creación e interpretación. Este protocolo además de beneficiar la música y a los músicos, también está presente en muchos dispositivos que han encontrado en el MIDI una excelente vía de conexión y sincronización, por lo que es cada vez más utilizada en presentaciones, conciertos y producciones.
Desde el punto de vista musical, Jeron Lanier (Brett, 2010) contraargumenta que “el MIDI redujo la música y nos inclinamos ante esta nueva limitación, usando ‘crappy tools’ para hacer música que en muchos sentidos sigue siendo mucho más limitada que la música acústica anticuada” (párr.3); esto implica también que se han venido automatizando recursos, por lo que se requiere menos personal humano para realizar un trabajo, y en parte se reduce la demanda de operadores y se asigna a un grupo un poco más disminuido que con ayuda y soporte de este tecnología pueden realizar las mismas tareas, pero apoyados en los beneficios que brinda este protocolo de conexión entre dispositivos.
Por consiguiente, es preciso y necesario entender que el MIDI, lejos de llevarnos a menospreciar el arte y la tecnología, nos ofrece herramientas de alto nivel que en muchos de los casos potencian los procesos de producción. Esto permite hacer uso de diferentes dispositivos conectados entre sí y controlarlos de manera segura y automatizada. Los shows en vivo se actualizan a medida que la tecnología avanza y se han complementado de manera que se vuelve parte esencial y necesaria en este mercado, por lo que se evidencia que el MIDI es una herramienta revolucionaria.