Por Marcos Vinicio Alfaro Bastos - Estudiante de la carrera de Psicología

La personalidad es un concepto subjetivo que combina factores genéticos y ambientales, por lo cual se va moldeando según lo que se acepta o no en la sociedad en que vivimos. Es decir, las pautas normativas que nos enseñan desde la infancia nos permiten hacer juicios de valor y construir nuestro propio yo a lo largo de nuestras vidas. Por eso, necesitamos adaptarnos a la realidad y a sus cambios para vivir mejor y comprender nuestras necesidades individuales, aquellas que dan sentido a nuestra existencia. Por lo tanto, el bienestar también es subjetivo a cada persona y se refiere a un asunto más vivencial que, a partir de la experiencia de vida, nos dirige a encontrar nuestro propio equilibrio. En ese proceso, la flexibilidad juega un papel muy importante, ya que necesitamos madurez psicológica para afrontar los cambios y las situaciones de la vida. Por el contrario, la rigidez no puede ser nuestra aliada para evolucionar; somos seres sociales y necesitamos de los demás no solo para desempeñar nuestro rol social, sino también para nuestra sobrevivencia y para alcanzar nuestro bienestar individual. Entonces, ¿cómo construimos una personalidad sana?

La adaptación social es parte fundamental de una personalidad sana, y contribuye a preservar el equilibrio personal y emocional del individuo. Adaptarse al cambio supone diferentes tipos de comportamientos, por lo que distintas teorías subrayan que, con sus acciones, las personas tratan de sobrevivir y de vivir mejor (Fierro, 2004, p. 8). La conducta adaptativa se refleja diferente en cada persona, esto por cuanto la interacción y las demandas del entorno exponen los rasgos más fuertes y débiles en la personalidad de cada individuo. Desde la perspectiva de flexibilidad, sobresale la adaptación reactiva, que se refiere a la acción propia de la persona a su mundo y a sus necesidades individuales. Por su parte, la adaptación social representa mayor complejidad para ser estructurada por el individuo, esto debido al peso que ejercen los criterios y valores sociales (Fierro, 2004, p. 8). Esta capacidad de respuesta al cambio lleva una connotación dirigida al logro y es por ese motivo que se asocia a la búsqueda de bienestar y supervivencia. Por tanto, podemos decir que un carácter flexible contribuye al desarrollo personal y sociocultural de las personas.

El equilibrio personal se presenta como una segunda clave para alcanzar bienestar y con ello una personalidad sana. Si bien es cierto que la felicidad y la satisfacción en la vida (bienestar) no dependen directamente de la acción del individuo, sino de circunstancias externas; todos poseemos la capacidad de autoprocurarnos vivencias satisfactorias (Fierro, 2004, p. 10). Es por esta razón que una persona flexible posee una dimensión de la personalidad denominada: apertura a la experiencia. A su vez, posee el rasgo de la personalidad resiliente, lo que le permite adaptarse a nuevos entornos y salir con éxito de situaciones complejas (Barreiro, 2019). Por lo tanto, una persona flexible supera con éxito situaciones cambiantes, novedosas e inesperadas, reflejando la capacidad mental de pensar varios conceptos a la vez (Escudero, 2018). Se trata entonces de conocerse a sí mismo y reconocer desde nuestra experiencia personal las cosas que nos generan bienestar y que nos ayudan a dirigir nuestro plan de vida.

Lograr un razonamiento sin rigidez nos permite desarrollar la habilidad de comportarnos conforme a los valores propios, esto a pesar de que nos encontremos en presencia de emociones poco agradables (Ortiz-Fune et al., 2020). Por ese motivo, las personas que son muy rígidas pueden desarrollar frustración, ansiedad y depresión en la búsqueda de tener todo bajo control. Las teorías evolucionistas nos hablan de la supervivencia del más fuerte; sin duda alguna las personas flexibles desarrollan mayor capacidad de convivencia con el ambiente, al ser resilientes al cambio. Por lo tanto, necesitamos cultivar una actitud flexible y adaptativa, al ser este proceso una cuestión de decisión propia y voluntad. Esto nos permite comprender que el desarrollo humano es flexible y cambiante, y que al obviar esa condición creamos una limitación restrictiva (Barreiro, 2019), la cual podría causarnos sufrimiento. Como consecuencia podemos hacernos prisioneros de nuestros propios patrones, provocando consecuencias emocionales, sociales y físicas.

Finalmente, podemos señalar que la flexibilidad es la característica más importante de una personalidad sana. Esta se compone del bienestar, como una característica de la experiencia subjetiva de la persona en el curso de su vida, y de la adaptación, como característica objetiva de la conducta (Fierro, 2004, p. 10). Siendo así, la experiencia representa aprendizaje de vida, por lo que para lograr una personalidad sana debemos tener confianza, autorregulación y apertura a experimentar una vida satisfactoria. Debemos comprender que la realidad nos pone en un situaciones que no podemos cambiar. Por este motivo, debemos actuar y ser flexibles sin limitar nuestras emociones, sabiendo controlarlas y reconociendo las de los demás. Podemos quebrarnos en pedazos o reconstruirnos y darle sentido a nuestra existencia, la libertad de elegir es nuestra. Esa libertad representa nuestra capacidad de decisión y de flexibilidad mental.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Barreiro, C. (2019, 19 noviembre). Características de las personas flexibles. La Mente es Maravillosa https://lamenteesmaravillosa.com/caracteristicas-de-las-personas-flexibles/
• Escudero, M. (2018, 01 marzo). Qué es la flexibilidad cognitive y cómo desarrollar esta capacidad en nosotros mismos. https://www.manuelescudero.com/la- flexibilidad-cognitiva-desarrollar-esta-capacidad-mismos/
• Fierro, A. (2004). Salud Mental Personalidad Sana Madurez. Ponencia en el Congreso Internacional de Psicología “¿Hacia dónde va la Psicología”? https://studylib.es/doc/4463544/salud-mental-- personalidad-sana--madurez-personal
• Ortiz-Fune, C., Kanter, J. y Arias, M. (2020). Flexibilidad psicológica y conexión social: algunos ingredientes para el manejo del estrés en profesionales de salud mental. http://www.infocop.es/view_article.asp?id=9947