La selección española mayor femenina de fútbol hizo historia este domingo al conquistar por primera vez en su historia un título, nada más y nada menos que el del Mundial disputado en Australia y Nueva Zelanda, una confirmación de su crecimiento y que le sirve por fin para emular lo realizado en categorías inferiores.

España participaba en las antípodas en su tercera Copa del Mundo, cita donde no se estrenó hasta la edición del año 2015 en Canadá, pero siempre presente desde entonces en cada fase final posterior. No había firmado grandes resultados hasta este domingo 20 de agosto de 2023, eliminada en la fase de grupos en 2015 y en los octavos de final de Francia 2019, ante el favorito equipo de Estados Unidos. Sin embargo, en Oceanía tiró la puerta abajo y rompió la maldición de los cruces hasta alzar su primer trofeo absoluto.

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De este modo, la 'Roja' logró por fin replicar el poderío que muestra a nivel de categorías inferiores, donde ya posee un palmarés de mucho nivel, y cerró un histórico triplete de títulos mundiales ya que en 2022, la Sub-20 y la Sub-17 se proclamaron campeonas del mundo, esta última por segunda vez en su historia tras lograrlo en 2018.

La sub-20 se coronó en Costa Rica batiendo en la final (3-1) a Japón, tomándose la revancha de cuatro años antes con un equipo dirigido por Pedro López. Sobresalieron las atacantes Inma Gabarro, elegida 'Bota de Oro' y que estuvo en la prelista de Jorge Vilda, y Salma Paralluelo, autora de dos goles en aquella final y que con la Absoluta ha sido clave marcando en cuartos a Países Bajos y en semifinales a Suecia, siendo elegida además la mejor jugadora joven de esta Copa del Mundo.

La joven delantera del FC Barcelona, casi indiscutible en los planes del seleccionador, también formó parte de la Sub-17 que hizo historia en 2018 bajo la batuta de Toña Is y que logró el primer título mundial del fútbol femenino español, y cerró en Oceanía un círculo ganador cuando todavía no ha cumplido 20 años.

En aquel equipo, también estaban otras jugadoras presentes en este Mundial como la delantera Eva Navarro, a la que las lesiones han retrasado su más que prometedora progresión, y la guardameta Cata Coll, ahora campeona del mundo a nivel absoluto y que estaban en el combinado sub-20 que perdió meses antes la final ante Japón y donde también estaban Aitana Bonmatí, Ona Batlle y Misa Rodríguez, o Patri Guijarro y Claudia Pina, que siguen dentro del grupo que ha renunciado a ser convocadas.

Una gesta histórica

Ahora, el triunfo de este domingo permite a España igualar a Japón, la única hasta ahora en tener las tres coronas mundialistas femeninas, aunque en el caso de las niponas no fueron al mismo tiempo defensoras de los tres títulos ya que lo fueron a nivel absoluto en 2011, Sub-17 en 2014 y Sub-20 en 2018. Además, junto a Alemania, España es el único país que puede presumir de haber sido campeón del mundo femenino y masculino.

Y a nivel continental, la sub-19 y la sub-17 son potencias. La primera renovó a finales de julio su título de 2022 tras batir en los penaltis a Alemania y añadir este éxito a los de 2018 (con Athenea del Castillo, Olga Carmona, Oihane Hernández o Tere Abelleira), 2017 (con Bonmatí, Batlle o Guijarro) y 2004, mientras que la segunda fue subcampeona hace unos meses de un torneo que también ha ganado en cuatro ocasiones, la última en 2018, con Navarro, Pina, Paralluelo y Coll.

A este enorme éxito en el panorama internacional hay que unir, además, el conseguido por el FC Barcelona a nivel de clubes. El conjunto blaugrana, clave seguramente en el crecimiento competitivo del fútbol femenino español, se proclamó el pasado mes de junio campeón de la Liga de Campeones por segunda vez en su historia tras el título de 2022 al batir por 3-2 al Wolfsburgo alemán.

Ningún país había logrado en el mismo año el doblete Champions-Mundial hasta este domingo, otro hito en el fútbol femenino español y para jugadoras como Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Salma Paralluelo, Mariona Caldentey, Irene Paredes, Laia Codina, Cata Coll e incluso María Pérez, jugadora del filial pero que disputó un partido de la máxima competición continental, firmar un doblete también histórico, que en el caso de la centrocampista de Sant Pere de Ribes, que vivió en Sídney una especie de revancha después de no poder jugar por sanción la final del Mundial Sub-20 de 2018, la sitúa como la máxima favorita a ganar el Balón de Oro.

Tampoco hay que olvidar a jugadoras que llevan viviendo este crecimiento y que en Sídney vieron recompensado todo su esfuerzo como es el caso de Irene Paredes, Alexia Putellas, Jenni Hermoso e Ivana Andrés, supervivientes del primer histórico Mundial disputado en 2015. Todas ellas, salvo la central del Real Madrid, compitieron en la Eurocopa de 2013, la primera gran cita internacional para la que se clasificó la selección española desde el tercer puesto en la EURO de 1997.