Por Diego Marín Muñoz – Estudiante del Wellness Club de ULACIT

Antes de analizar las consecuencias que tiene este padecimiento en la salud, es importante conocer qué es esta enfermedad, cuáles son sus características y cómo es que se desarrolla comúnmente en la sociedad. La vigorexia, si bien es un término no muy común en la actualidad, se trata sobre una enfermedad que tiene más de una década de descubierta, específicamente fue descubierta en los años noventa por el doctor Harrison. G. La página TopDoctors España (s. f.) define este padecimiento como “un trastorno mental en el que la persona afectada se obsesiona por su estado físico, afectando su conducta alimentaria (ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos, acompañada del consumo de otras sustancias, como los esteroides anabolizantes) y sus hábitos de vida” (párr. 1). Es decir, es un padecimiento que genera que las personas que la desarrollan sientan que su musculatura corporal es insuficiente y opten por utilizar alternativas para intentar aumentar su masa muscular.

Una de las principales afectaciones que causa la vigorexia en la salud se ve reflejada principalmente sobre la parte alimenticia, ya que uno de los comportamientos típicos de una persona con vigorexia es optar por modificar la dieta con la que se cuenta normalmente, añadiendo a este exceso de carbohidratos, proteínas, sustancias para quemar grasa y suplementos de gimnasio para así lograr mantenerse con un índice de grasa bajo y aumentar la masa muscular corporal.

A simple vista la modificación de la dieta no suena tan negativo, pero el problema viene cuando la dieta se empieza a basar en el consumo excesivo de los alimentos o suplementos nombrados anteriormente. Este consumo excesivo de suplementos y alimentos puede desembocar en un mar de problemas corporales y daños a órganos vitales. Un ejemplo de esto lo muestra López (2017): “Los batidos de proteína son unos de los más utilizados, pero en exceso pueden ser perjudiciales para los riñones e hígado, ya que los hacen trabajar en exceso” (parr. 1).

Otra de las afectaciones de la salud que se dan como producto de la vigorexia se relacionan estrechamente con la parte psicológica del humano; de hecho, es importante destacar que esta además de ser una afectación es uno de los detonantes del padecimiento. Esto porque el sentimiento de inferioridad y de inconformidad con su aspecto físico viene de traumas meramente psicológicos.

Como punto final se logra concluir a raíz del análisis expuesto anteriormente que el padecimiento denominado vigorexia tiene múltiples consecuencias en la salud de las personas que la padecen, ya que puede llegar a afectar la parte física, específicamente los órganos y sistemas del cuerpo como consecuencia de la alteración excesiva de la alimentación. Además de estos daños a nivel corporal, este padecimiento repercute en la parte psicológica del que lo padece, generando daños como traumas y aislamiento de las personas cercanas que a su vez puede generar depresión, estrés, ansiedad, entre otros. Es por esto por lo que se logra afirmar que la vigorexia es un padecimiento con grandes consecuencias negativas para la salud de las personas. Es importante saber identificar la diferencia que hay entre un estilo de vida saludable y la vigorexia, ya que, si no se identifica el límite, la salud puede verse gravemente afectada.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • TopDoctors España. (s. f.). Vigorexia. https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/vigorexia#
  • López, A. (2017). Los peligrosos efectos secundarios de tomar batidos de proteína. Alma, corazón y vida. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-07-14/efectos-secundarios-batido-proteicos_1414155/