Por José Daniel Núñez Molina – Estudiante de la carrera de Psicología
Durante el año 2020, es muy clara la presencia de la procrastinación en las personas, ya que fue evidente que el teletrabajo no es para todos. Nuestras casas, lugares que en teoría tenemos que relacionar con comodidad y descanso, se volvieron nuestro lugar de trabajo, entonces ¿cómo logramos dividir el trabajo y la comodidad, sin dejar todo para después? Pues la respuesta como tal es sencilla, debemos ir modificando ciertas conductas en nuestro día a día para así lograr esa estabilidad necesaria. Esto se puede lograr con métodos simples obtenidos en internet, para de esta manera lograr vencer esa mala conducta (Escobar, 2015).
Estos cambios, por más pequeños que parezcan, van a hacer la diferencia. Como primer punto se plantea que tenemos que conocernos a nosotros mismos para poder identificar qué nos causa procrastinar. Nosotros somos seres inteligentes y en el momento que se nos presente comodidad por encima de disgusto, vamos a escoger la comodidad, pero esto es un hábito algo nocivo y tóxico, ya que no vamos a crecer. Es bueno identificar cuáles cosas nos hacen perder el tiempo y la gran afectación que tienen en nuestra vida. De esta manera también otro punto muy claro que viene en el artículo es poder premiarnos y castigarnos para así poder ver como el mal hábito va desapareciendo.
Además de conocernos a nosotros mismos, también hay que conocer nuestro entorno y el lugar donde vamos a trabajar. Por más lógico que parezca, los entornos siempre van a ser una gran influencia en nuestra concentración. Si uno se encuentra en una oficina sin ninguna distracción, su efectividad va a ser mayor, en comparación a si me encuentro en mi casa, donde no siempre se dispone de un lugar tipo oficina, en el cual se logre hacer la distinción de comodidad y trabajo. Muchas personas deciden trabajar en sus cocinas, salas o hasta en terrazas, para recibir un poco de aire libre y así poder, al terminar, ir a sus cuartos y disfrutar de su comodidad en paz.
Además del ambiente, los distractores también son clave para este mal hábito. Desgraciadamente, disponemos de dispositivos electrónicos que nos quitan mucho del tiempo que debemos aplicar en nuestros deberes. A este respecto, podemos utilizar las características que traen los teléfonos inteligentes para que las notificaciones no nos molesten, o esconderlo en algún lugar lejos de donde estemos trabajando para que así sea más difícil perder tiempo. También podemos usar horarios para desconcentrarnos un tiempo mientras estamos trabajando. Así, logramos organizar el tiempo en el cual debemos cumplir las tareas y en el cual debemos descansar también.
Procrastinar es algo muy fácil de hacer, pero es muy difícil de erradicar si no hay voluntad. Si la persona no está dispuesta a hacer un cambio en este hábito, no va a poder progresar y mucho menos terminar sus tareas. La voluntad es la clave al erradicar esta mala costumbre, ya que podemos hacer ya, lo que tendríamos que hacer mañana. ¿Para qué esperar si lo puede uno hacer en el momento? Esa es la pregunta que nos debe motivar a llevar a cabo nuestras tareas y no posponerlas, y menos hacerlas contra reloj.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencia bibliográfica:
- Escobar, N. (2015). 10 útiles consejos para combatir la procrastinación. https://hipertextual.com/2015/02/combatir-la- procrastinacion