El Consejo Superior de Educación (CSE), ente rector en materia de política educativa en el país, ya está oficialmente conformado y, por tanto podrá sesionar para definir cuál será el futuro de las Pruebas de Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades (FARO) que están convocadas para empezar este mes de junio.
El pasado sábado, el presidente de la república, Rodrigo Chaves Robles, aseguró en conferencia de prensa que las pruebas FARO no se realizarían este año y que la decisión ya estaba tomada; sin embargo, esa decisión no le compete al Poder Ejecutivo si no al Consejo Superior de Educación y por ello, horas después de las declaraciones de Chaves, la ministra de Educación, Anna Katharina Müller Marin, confirmó que la idea de eliminarlas es apenas una propuesta que se presentaría ante el CSE una vez estuviera conformado.
El CSE lleva sin sesionar desde el pasado mes de marzo, debido a falta de quórum estructural provocada por la renuncia a su puesto del exministro de Educación, Leonardo Garnier Rímolo, quién fue sustituido por Astrid Fischel Volio hasta el pasado 25 de mayo.
Tras la designación de Fischel en el puesto vacante solo quedaba pendiente la publicación en el Diario Oficial La Gaceta del nombramiento del representante propietario y suplente de las Organizaciones de Educadores, Johnny Jesús Varela Elizondo y de María Esther Camacho Vargas, requisito que se concretó el día de hoy.
Las pruebas FARO están programadas para iniciar del 15 al 17 de junio con estudiantes de primaria y luego del 29 al 1 de julio con estudiantes de secundaria. Estas serán las pruebas de reposición para los estudiantes que quieran mejorar la nota que obtuvieron el año pasado.
El Ministerio es el ente ejecutor de los planes, programas y acuerdos del Consejo Superior de Educación, el cuál tiene rango constitucional e independencia del Poder Ejecutivo ya que sus miembros, una vez designados, solo representan los intereses de la educación nacional, vista como un todo, y -dice la Ley- en sus decisiones y desempeño de funciones propias tienen plena independencia de criterio y no por delegación.