Es probable que la obra de la escritora mexicana Valeria Luiselli nunca se encontrará entre las listas de los libros más vendidos. Cuánto quisiera equivocarme, porque la sutileza y la emoción con la que Valeria nos habla de la fragilidad humana nos harían bien a todos.

Su obra ahora se encuentra completa en mis estantes, pero en 2017 era una completa desconocida para mí. Entonces, un librero de confianza depositó Los niños perdidos en mis manos, asegurándome que era uno de los mejores libros que había leído recientemente. Confíen siempre en los buenos libreros.

En Los niños perdidos, Luiselli se aproxima de forma refrescante al género del ensayo. Nos guía a través del inhumano proceso al que se enfrentan los niños migrantes no acompañados en Estados Unidos. El hilo conductor son las 40 preguntas incluidas en el formulario de solicitud de refugio. El texto es conmovedor y muestra también el espíritu luminoso de Luiselli, quien además de escribir, se ha convertido en una activista por los derechos de las personas migrantes.

Las imágenes y ecos de esos niños perdidos son recuperados por la autora en Desierto sonoro, su más reciente novela. La historia presenta a una familia en desintegración a punto de embarcarse en un viaje.  Con gran éxito, Luiselli retrata la intimidad, las contradicciones, el humor y los temores de una pareja y dos niños pequeños en busca de cosas muy distintas. Puedo asegurarles que años después de leer este libro, aún pienso en una de las imágenes que la escritora construye como la mejor alegoría de una relación que no puede salvarse.

Los ingrávidos es la primera novela de Luiselli y marca la pauta para distinguir su trabajo de otros escritores contemporáneos. Diría que el verdadero protagonista de este libro es el pasado. Una editora recuerda su vida en Nueva York y las frecuentes apariciones del fantasma de Gilberto Owen. El poeta mexicano, quien por muchos años fue olvidado en su propio país, recuerda en paralelo sus tiempos en Harlem. Con poca acción, Luiselli nos presenta un rompecabezas de la melancolía.

Cada obra de Luiselli se siente diferente, aunque comparten la curiosidad de la autora para explorar temas densos desde ángulos inesperados. La historia de mis dientes es una especie de divertimento sobre un personaje surrealista: “el mejor cantador de subastas del mundo”. En esta novela, que a primera vista es un disparate, la autora esconde en pequeños gestos observaciones sobre la condición humana.  Es interesante también cómo desarrolló el libro. Escribía y enviaba partes de la novela a trabajadores de una fábrica de jugos, quienes lo leían juntos y hacían comentarios que Luiselli incorporó a su manera en la historia.

Finalmente, Papeles falsos es el primer libro de la autora y una colección de ensayos sobre temas diferentes. El elemento común es la voz de una autora que mira detenidamente al mundo.

El trabajo de Luiselli ya ha sido objeto de elogios. En 2018, obtuvo el premio American Book Award por la traducción al inglés de Los niños perdidos.  El año siguiente, Valeria logró el prestigioso reconocimiento de la Fundación MacArthur. Barack Obama también incluyó Desiertos sonoros en su lista de libros favoritos del 2019, a pesar de que Luiselli criticó ferozmente sus políticas migratorias.

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