Hemos escuchado que la empatía es ponerse en los zapatos de los demás, para procurar entender por qué la persona dice y hace, es procurar entender los sentimientos de los demás. Sin embargo, no debemos confundirnos, no es ponerse los zapatos de los demás, no es intentar vivir y resolver lo que la otra persona está sintiendo y/o pensando, ese nivel de involucramiento no debemos hacerlo, ya que no es nuestra vida, tampoco se juzga, solo se trata de entender por qué lo dice o lo hace.
La empatía se puede desarrollar, es producto (en parte) del accionar de las neuronas espejo, que son un tipo de neuronas que se activan cuando la persona realiza una acción y también cuando observa una acción similar hecha por otra persona. Hay diversos estudios que han planteado la hipótesis de que las neuronas espejo son las encargadas de producir la empatía. Cuando una persona imita es porque asocia y hace corresponder la conducta de otros con la suya, así como una correspondencia con los sentimientos que expresa la otra persona.
Hoy la neurociencia es muy clara en afirmar que si este aprendizaje inicia con los niños, donde es factor clave, la imitación de lo que hacen sus padres y allegados en su zona de influencia, de seguro tendremos mejores seres humanos, ya que desde tempranas edades lograrán entender las motivaciones que llevan a otros niños a actuar de la forma que lo hacen, esto trae múltiples beneficios para los niños y para la sociedad en general, se puede aprender a ser empático ojalá desde la niñez; pero igualmente los adultos también podemos aprenderlo.
La empatía facilita la disposición social, inhibe la agresividad y facilita el desarrollo moral de las personas. La empatía ayuda a reducir la agresividad y la susceptibilidad.
Algunas recomendaciones para su desarrollo
- Brindarle a esa otra persona, toda su atención, (escucha activa, ver artículo sobre este tema en atrévase-a-ser-feliz.com), y mirarla a los ojos cuando estén hablando. No mirar el celular, hacia la ventana o hacer alguna otra cosa, sólo escuchar, lo mejor que podemos hacer en esta sociedad dispersa en que vivimos, es brindarle a la otra persona toda nuestra atención.
- Asiente con la cabeza para indicar que estás escuchando lo que dice. También puedes repetir en tus propias palabras lo que la otra persona está diciendo, esto con el objetivo de asegurarte que estás comprendiendo al 100% lo que estás escuchando.
- Valida las emociones de los demás. Aun cuando no esté de acuerdo con ellas. Recuerda que de eso se trata la empatía. No juzgar, solo escuchar y procurar entender los sentimientos de la otra persona.
Consejos para desarrollar la empatía
- En un lugar público, elije una persona, trate de reconocer su estado de ánimo, viendo la expresión facial, movimientos corporales, trate de descifrar que día ha tenido o está teniendo.
- En cine o viendo la TV, preste atención a emociones de los personajes, cómo las transmiten y los efectos sobre su expresión facial.
- Al conversar con alguien, trate de entender lo que lo motiva a decir las cosas, qué puede estar pensando. No juzgue, solo trate de entender por qué lo dice.
Habilidades que ayudan a desarrollar la empatía
- Fortalecer sus habilidades de compasión.
- Fomentar la cooperación.
- Practicar la atención plena, (ver artículo en atrévase-a-ser-feliz.com).
- No culpar a los demás.
- Actúa contra la desigualdad.
- Ser más receptivo a los sentimientos de los demás.
- Mantener una actitud positiva y agradecida ante la vida.
Algunos ejemplos de empatía
- Cuando una persona mira una película o lee un libro, y se siente en favor o en oposición a un protagonista en particular.
- Ayudar a una persona discapacitada a cruzar la calle.
- Al ver a alguien llorar, tratar de entender ese sentimiento de la otra persona.
- Interpretar como propia la alegría de algún ser querido.
- Ir a socorrer a alguien que se ha lastimado.
- Escuchar atentamente las historias o las anécdotas de los demás.
- Cuando, mirando deporte, se ve la grave lesión de algún deportista y percibimos una sensación de dolor propia.
- Ayudar a alguien con dificultades a realizar una tarea.
Es una virtud por desarrollar, es parte de la naturaleza del ser humano, ser empático. Cuando logramos desarrollarla, vamos a sentir cómo nuestra interrelación con los demás mejora sustancialmente, ya que al entender a los otros y no juzgarlos, nos hace ser ante ellos, una mejor persona, más confiable, actuaremos con menos agresividad y en lo personal sentiremos una gratificación más duradera, lo que nos depara sin lugar a duda una vida buena.
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