Múltiples partidos políticos con intenciones de participar en las elecciones generales del 2022 han denunciado que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) les ordenó repetir asambleas para la elección de sus candidaturas a la presidencia, vicepresidencia y diputaciones, a falta de solo días para que cierre el plazo para que esas aspiraciones queden ratificadas, o caso contrario queden excluidos del proceso electoral.

Entre los partidos afectados se encuentran Encuentro Nacional, Unidos Podemos, Nueva República, Frente Amplio, Fuerza Democrática, Republicano Social Cristiano, Unidad Social Cristiana, Movimiento Social Demócrata Costarricense y Actuemos Ya.

Uno de los casos más llamativos es del Nueva República, que si bien fue la primera agrupación en escoger su nómina presidencial y legislativa, fue hasta cuatro meses después que el TSE les advirtió que debían repetir la Asamblea al haber hecho las elecciones sin voto secreto.

Marta Castillo Víquez, jefa de Registro de Partidos Políticos del Tribunal Supremo de Elecciones afirmó a Delfino.cr que la responsabilidad de las situaciones que se han presentado recae en los partidos políticos.

Señaló que las solicitudes de inscripción se presentan del 6 al 22 de octubre y que los partidos deben cumplir trámites como la renovación de sus estructuras y las asambleas para elegir candidaturas; y que desde el mes de agosto se emitió una circular por parte de la Dirección General del Registro Electoral recordando que para hacer la designación de los candidatos, la forma de votación tenía que ser secreta.

Posterior a esa circular se le hizo llegar a todos los partidos políticos, se logró determinar que algunos no habían utilizado el mecanismo del voto secreto. Hay partidos que previo a esa circular ya habían realizado sus asambleas, se emite la circular y ellos no hicieron una nueva para ajustar el procedimiento de votación a lo que se había establecido. Por esa razón se emitieron una serie de resoluciones recordándole, nuevamente a los partidos que debían realizar nuevamente la votación, adecuándose a esa forma. Eso se hizo en aras de que al momento de que presentaran sus candidaturas, en octubre, ya ellos hubiesen subsanado esa inconsistencia.

Castillo afirmó que al acercarse al 3 de octubre, el Tribunal hizo una revisión y logró determinar que había partidos que no habían enmendado las asambleas que se hicieron sin voto secreto, por lo que se les hizo la advertencia directa para que lo corrigieran.

Insisto, desde agosto ya se les había girado la circular y los partidos sabían que las votaciones tenían que ajustarse al voto secreto.

A pesar de esa circular, que según el TSE fue notificada a todas las agrupaciones, el Partido Unidad Social Cristiana —por ejemplo— realizó su Asamblea Nacional la semana pasada para ratificar la fórmula presidencial y candidaturas a diputados, con votación que no fue secreta para algunos puestos de candidaturas a Cuesta de Moras, por lo que también tuvo que corregirlo.

En situación similar se encuentra el Partido Acción Ciudadana, que realizó la ratificación de los aspirantes a la vicepresidencia de la República mediante votación por aclamación.

El último día que tienen los partidos para hacer las asambleas es el domingo 3 de octubre y el resultado positivo o negativo de ellas se definirá hasta después del 6 de octubre.

"La mayoría de partidos que solicitaron asambleas para este fin de semana estarían en posibilidades de hacerla y estaríamos a la espera de la recepción de los formularios de candidatura a partir del 6, y así se entraría a analizar el cumplimiento de requisitos", agregó Castillo.

Otras agrupaciones, como el partido provincial VAMOS, han denunciado que retrasos en la emisión de resoluciones de la Dirección de Registro de Partidos Políticos imposibilitaban celebrar sus asambleas, al punto de que tuvieron que presentar un recurso de amparo electoral contra el propio TSE.

Una crítica adicional que ha surgido contra el Tribunal es que este sostiene que no tiene plazos para resolver solicitudes o impugnaciones de los partidos, y que los delegados que envían a las asambleas no advierten de los errores al momento en que se cometen, como por ejemplo, el de no realizar las votaciones de forma secreta.