Por Cristian Andrés Calvo Mora - Estudiante de la Maestría de Gerencia en Proyectos
El mundo financiero está lleno de decisiones, algunas de ellas son acertadas y se constituyen en modelos de negocio exitosos; otras, desafortunadamente, no lo son y podrían llevar a una empresa al fracaso. Por ello, una de las preguntas más comunes y relevantes en el análisis de un proyecto de inversión siempre será “¿Invierto, o no invierto?”. Por fortuna, existen fundamentos que nos permiten tomar decisiones informadas en cuanto al valor, así como herramientas y metodologías para dicho fin.
La elección de un proyecto de inversión involucra múltiples resultados potenciales, todos ellos inmersos en una amplia gama de ventajas, desventajas y riesgos. Por esta razón, conocer el valor del modelo del negocio por invertir es un factor crucial. En esta etapa, se debe comprender él que, él porqué y él cómo?, mediante un conocimiento profundo de elementos como la propuesta de valor, las alianzas y los recursos claves, los clientes, la relaciones con estos y los canales de distribución; además de las estructuras económicas en cuanto a costos y fuentes de ingreso. Por lo tanto, los elementos mencionados deben someterse a una serie de métodos para determinar la rentabilidad del proyecto.
Determinar e interpretar las herramientas financieras apropiadas es fundamental para llegar a las conclusiones y decisiones correctas. En ese sentido, se debe someter el proyecto a una evaluación robusta en sus distintas fases: inversión inicial y flujos de efectivos operativos anuales. Al respecto, métodos como el valor actual neto (VPN), la tasa interna de retorno (TIR), el periodo de recuperación y el índice de rentabilidad (IR) son herramientas útiles y válidas. No obstante, una de ellas deberá ser la brújula de nuestra decisión.
Es importante poseer criterios y políticas de inversión, basados en información fiable y objetiva. De este modo, el valor presente neto es un modelo sólido e integral que podrá fungir como una brújula de decisión. Al respecto, este mide cuánto valor es creado o adicionado para llevar a cabo una cierta inversión; en otras palabras, el valor a hoy que se obtendrá de los flujos de efectivo futuros. Solo los proyectos de inversión con un VPN positivo deben ser considerados para invertir.
Conocer la propuesta de valor, hacer un análisis integral en donde las diversas herramientas financieras se complementan y seleccionar un método que sirva como brújula de decisión permitirá hacernos responder al dilema común de si se invierte o no, pero más importante aún, permite tomar decisiones informadas que mitigan al máximo la posibilidad de llevar un negocio al fracaso.