Antes de la pandemia, el estar conectados todo el tiempo y realizar cada vez más tareas cotidianas de manera virtual parecía ser una cuestión generacional. Partíamos de que entre más joven la persona, más ágil y habilidosa sería con el manejo del Internet y los dispositivos móviles.
Sin embargo, ¿Qué pasa cuando las circunstancias exigen a todos por igual tener un estilo de vida digitalizado?
Definitivamente la COVID-19 vino a traer un tema más a la mesa y es precisamente la visualización de la brecha de conocimiento digital que hay entre las personas, especialmente en los adultos mayores. Una población que, más allá del tema del confinamiento y el distanciamiento, se sintió rezagada por esta problemática de conectividad.
De acuerdo con el último estudio “Perspectivas de la Economía Digital”, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Costa Rica un 78,3% de la población hace uso de Internet. Este número es mucho menor al promedio al de los demás países pertenecientes a la organización, que ronda el 87%.
Esto quiere decir nuestro país se posiciona en la casilla 31 de las 38 naciones relacionadas y una de las razones de este dato es la latente brecha del uso de Internet entre jóvenes y adultos mayores de 55 años.
Mientras un 90% de los jóvenes entre 16 y 24 años usa Internet en Costa Rica, solo el 53% de los mayores de 55 años aprovecha la herramienta digital.
La coyuntura actual ha demostrado que es cada vez más necesario evolucionar hacia un mundo digital que permita a todos realizar las actividades diarias de una manera más rápida, sencilla y segura. Durante la pandemia, esta situación ha afectado el estado anímico de los adultos mayores y es por eso que nuestro principal reto es alcanzar, entre todos, una inclusión tecnológica propiciando una nueva “alfabetización” digital, que acaba permitiéndoles ser más autónomos, tomar control de sus tareas, realizar interacciones sociales y acceder a servicios en línea”, aseguró la Líder de Comunicación de Telefónica Costa Rica, Marianella Cordero.
La interacción con los dispositivos móviles por parte de las generaciones no nativas digitales, ha generado afectaciones en la salud mental y sociales, por la sensación de rezago.
Es por ello que la representante de Movistar Costa Rica, resalta la importancia de enfocar los esfuerzos en apoyar a esta población en el aprendizaje de una manera que puedan ser autosuficientes con los dispositivos y eliminar los estereotipos de que no pueden usar redes sociales o de que no son ágiles con el uso de las aplicaciones
La conectividad permite mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, ya que hacia un “adulto 2.0” vamos todos y si logramos involucrarnos exitosamente, estaremos cumpliendo con esa inclusión tecnológica de la que no queremos que nadie quede fuera”, agregó Cordero.
¿Por qué es importante que el adulto mayor esté conectado?
Según la representante de Telefónica para Costa Rica, estos son algunos de los beneficios que trae el uso de la tecnología al adulto mayor:
- Promueve la sensación de compañía: El estar en contacto con familiares y amigos, les permite sentirse acompañados y escuchados, sobre todo en esta época que es importante que permanezcan en casa. Los dispositivos móviles son la mejor herramienta para acortar distancias y actualmente existen diversas herramientas, con distintos niveles de complejidad, que les permiten comunicarse y así evitar sentimientos de tristeza o abandono.
- Fortalece la independencia: El tener acceso a buscar información de manera rápida y actualizada les permite sentirse autosuficientes.
- Permiten llevar un control médico: Hay aplicaciones que cuentan con métodos de organización y avisos ante la toma de medicamentos o en situaciones de peligro.
- Aumentan la actividad física: Pueden tener acceso a videos e imágenes con indicaciones para hacer ejercicios o rutinas de estiramiento para mantenerse activos.
- El entretenimiento es importante: Juegos, música, aplicaciones de streaming con películas o series, les permitirán pasar el tiempo y estimular la relajación.
