El Congreso de los Estados Unidos certificó la madrugada de este jueves, en sesión conjunta, la victoria de los demócratas Joe Biden y Kamala Harris, quienes asumirán el 20 de enero como presidente y vicepresidenta de la nación.

Tras la irrupción de un grupo de simpatizantes de Donald Trump en el Capitolio, alentados por el propio mandatario, la sesión fue interrumpida durante varias horas mientras distintos cuerpos de las fuerzas del orden intentaban retomar el control del complejo de edificios.

Los senadores, representantes y hasta el propio vicepresidente, Mike Pence, debieron ser evacuados y puestos en zonas seguras debido al incidente  que dejó cuatro personas fallecidas: una mujer de 35 años que participó de la turba y quien recibió un disparo en el pecho al intentar ingresar aún más dentro del Capitolio y tres personas más por otras emergencias asociadas al incidente.

Luego de que se declaró que el Capitolio era "seguro", ambas Cámaras del Congreso se reunieron para finalizar la deliberación sobre la objeción de los votos electorales del estado de Arizona, la cual fue rechazada abrumadoramente: seis a favor versus 93 en contra en el Senado y 121 a favor versus 303 en contra en la Cámara de Representantes.

Pence continuó en su papel ceremonial de presidir la sesión, certificando uno a uno los Estados donde no se presentaron objeciones.  Cuando se llegó a Georgia, representantes republicanos presentaron una objeción, sin embargo, la misma fracasó en el acto pues los senadores que inicialmente anunciaron su intención de respaldarla, retiraron su apoyo.

Para que una objeción a la decisión del Colegio Electoral sea aceptada debe ser planteada por un miembro de la Cámara de Representantes y un miembro del Senado, como mínimo. Los incidentes de violencia registrados en el Capitolio causaron que varios senadores republicanos anunciaran su decisión de no respaldar las objeciones.

Misma suerte corrió la objeción contra el resultado del Colegio Electoral en Michigan y Nevada.

La sesión transcurrió rápidamente hasta llegar a la Mancomunidad de Pensilvania, donde la objeción presentada fue respaldada también por un senador, forzando a ambas cámaras a separarse y debatir el asunto por al menos dos horas. En el Senado, sin embargo, se aprobó entrar a votar de inmediato, sin mayor discusión, siendo rechazada la objeción por solo 7 votos a favor y 92 en contra.

Aunque con el rechazo del Senado la objeción ya no tenía futuro (pues ambas cámaras del Congreso deben aprobarla para objetar el Colegio Electoral), la Cámara de Representantes continuó debatiendo por el fondo, al punto que el Senado tuvo que enviar a un delegado a indicarle a los representantes que estaban listos para volver a sesionar conjuntamente.

Finalmente, la Cámara de Representantes rechazó la objeción con 138 votos a favor y 282 en contra. Biden alcanzó y superó los 270 votos certificados a las 3:33 a.m de este jueves (hora local).

La última objeción fue contra el voto del Colegio Electoral en Wisconsin, sin embargo, ningún senador republicano la respaldó y fue rechazada de plano.

El proceso culminó con la certificación de resultados del estado de Wyoming y el vicepresidente Mike Pence reconfirmando que él y el presidente Trump perdieron la reelección frente a los demócratas, luego que Biden y Harris obtuvieran 306 votos, versus 232 votos para la fórmula republicana.

Trump se convierte así en un presidente de un solo término que durante su mandato perdió la mayoría de la Cámara de Representantes, el Senado y ahora la Casa Blanca.

Mientras tanto, los republicanos empiezan a culpar a Trump por el resultado electoral en Georgia que otorgó la mayoría a los demócratas y en el gabinete se llevan a cabo discusiones para analizar si se invoca la vigésimo quinta enmienda de la Constitución, para destituir al mandatario y dejar en el poder, por el resto del periodo, a Pence, quien rechazó las exigencias de Trump de decidir unilateralmente cuáles votos del Colegio Electoral dar por válidos.