Un estudio de Northwestern Medicine, publicado en la revista eLife, descubrió que la data sobre mujeres en la mayoría de las investigaciones científicas es limitada.

El estudió analizó más de 700 artículos científicos en nueve disciplinas biológicas (durante los últimos 10 años) para determinar si todavía existe un sesgo sexual dentro de la investigación biomédica.

Nicole Woitowich, directora asociada del Instituto de Investigación de Salud de la Mujer y profesora asistente de investigación en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, comentó:

Las implicaciones de no analizar los datos de investigación por sexo son infinitas. Sin esto, no tenemos forma de saber si los nuevos medicamentos y terapias pueden funcionar de manera diferente en hombres y mujeres. Impide el progreso hacia la medicina personalizada y también dificulta que los científicos repitan estudios y desarrollen conocimientos previos".

Para brindar los resultados, las autoras registraron la participación de hombres, mujeres o ambos sexos en los datos recopilados por la investigación científica. Aunado a este método de trabajo, las investigadoras también analizaron si los científicos explicaron una razón por la que no analizaron los datos por sexo.

Según el estudio, la cantidad de estudios con participación masculina y femenina aumentó del 28% en 2009 al 49% en 2019, sin embargo, no existió un aumento en el número de estudios que diferencian los datos por sexo. En algunos casos, los científicos no proporcionaron un número exacto de hombres y mujeres estudiados. Woitowich reiteró:

Es como si estuviéramos tratando de armar un rompecabezas sin todas las piezas".

Otro hallazgo relevante es que solo un 4% de los artículos publicados proporcionaron una razón evadir usar ambos sexos o no analizar los datos por sexo.

Uno de los mayores errores de los científicos es creer que las hormonas femeninas podrían sesgar los diseños de los estudios, sin embargo, el estudio Northwestern Medicine asegura que esta aseveración es falsa. La directora recalcó:

Para que podamos mejorar nuestra comprensión de la salud y la enfermedad, es esencial que incluyamos ambos sexos en los estudios de investigación y analicemos los datos en consecuencia".

Pese a estos alarmantes porcentajes, la investigación menciona que en la última década sí se han realizado esfuerzos para aumentar la representación de las mujeres como sujetos de investigación, incluida una política de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en 2016.

Esta política busca que los científicos "consideren el sexo como una variable biológica" para recibir subvenciones económicas de la NIH en Estados Unidos.

Para concluir, el estudio de Northwestern Medicine advierte que no tomar en cuenta estos datos en el futuro, podría llevar a los científicos a tener que hacer suposiciones basadas en la información faltante y no brindar una comprensión clara de cómo las enfermedades, los medicamentos y las vacunas impactan de manera diferente a hombres y mujeres.