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— El 22 de mayo de 1998, Zoilamérica Narváez Murillo, la hija mayor de Rosario Murillo Zambrana, acusó al esposo de esta y cabeza del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega Saavedra, de haberla abusado sexualmente y de manera sostenida, desde que tenía 9 años de edad. Los abusos, cuenta Narváez, habrían empezado entre 1977 y 1978, es decir, justo en medio de la revolución sandinista que se trajo abajo al régimen de Anastasio Somoza Debayle.
— El régimen siempre —tanto hace 20 años como ahora— ha negado las acusaciones y Murillo, incluso, se ha referido a Zoilamérica como su "hija malagradecida". Sin embargo, y con negación o sin ella, este fue el tema más sensible para el orteguismo hasta la crisis del 2018. Por eso el film Exiliada, que detalla la historia y que se estrena en Costa Rica el día de mañana, es una pieza imperdible que permite entender desde adentro, los pormenores del abuso de poder en una dictadura que lleva años desarrollándose del otro lado del Río San Juan.
— Y decimos años porque así es: la dictadura Ortega Murillo no es algo que se gestase de la nada en 2018 y que explotase de un pronto a otro el 18 de abril; la represión de esta dictadura lleva años operando y es necesario entenderla como un todo para así comprender por qué es que, según datos de ACNUR, ya suman más de 55.000 los nicaragüenses que han cruzado a Costa Rica en busca de refugio o de asilo.
— Exiliada es la etiqueta que pesa sobre los hombros de Zoilamérica, quien vive en Costa Rica desde hace algunos años, luego de que debido a sus denuncias fuese obligada a abandonar el país donde ahora su madre es la vicepresidenta. De hecho, el film se empezó a grabar justo en el periodo previo a las elecciones nacionales de 2016, cuando Murillo ascendió a la vicepresidencia de su país al lado de Ortega.
— Para la productora del documental, Leonor Zúñiga, este es solo un ejemplo más del millón de por qués que motivaron y motivan a la migración masiva que han tenido que afrontar milles de nicaragüenses (incluida Zúñiga durante el último año y medio) con destino, principalmente, a Costa Rica, donde tienen que afrontar desde xenofobia hasta condiciones de vida inhumanas:
Yo tengo un trabajo que hace que a mí no me preocupe a dónde voy a dormir o a dónde voy a comer pero ese no es el caso de la mayoría de los nicaragüenses en este país. Yo he filmado, porque sigo filmando aquí, a doce jóvenes viviendo en un lugar con apenas dos cuartos, donde no tienen qué comer o donde comen una vez al día. Hay situaciones muy dramáticas que merecen su espacio, asegura Zúñiga.
— Un espacio necesario pues a la situación del hermano país del norte no se le ve ni un atisbo de humo blanco:
La situación en Nicaragua ha ido como transformándose en distintos momentos, como que de abril a julio-agosto eran asesinatos a plena luz del día (yo filmé a la policía tirando a matar a estudiantes) y entonces era una sensación de guerra, esto era un horror... Hoy la situación ha ido cambiando, hoy el gobierno tiene muchísimo control del país, a punta de la represión de muchísimos meses y aunque todas las semanas hay casos de campesinos asesinados, la diferencia es que ahora el gobierno tiene un control tan fuerte en la calle que la gente ya no tiene la capacidad de grabar videos como lo hacía antes. La violencia continúa pero es una violencia más estratégica, afirma la cineasta.
— Para la productora de Exiliada, la historia de Zoilamérica es, además de una alerta clara al encubrimiento familiar del abuso sexual que no aplica solo para Nicaragua sino para todo el resto de países vecinos (incluida Costa Rica), también un recordatorio de la importancia de levantar la voz contra la cultura de impunidad que se extiende en todos los ámbitos:
La idea de sacar un film de este tipo es que hablemos, ya no solo del problema de Daniel Ortega y de Rosario Murillo, sino de la cultura que genera este tipo de líderes porque Daniel Ortega tendría que haber terminado su carrera en 1998 cuando ocurrió esta acusación.
— Exiliada se va a presentar en conjunto con el film Las Sandinistas de la documentalista estadounidense Jenny Murray, que explora las historias de las mujeres guerrilleras sandinistas de los años 70. Ambos filmes, que representan miradas inusuales que buscan que se entienda mejor el resultado del abuso del poder en todas sus dimensiones, se presentarán a partir de mañana jueves 5 de setiembre y hasta hasta el miércoles 11, en una función diaria y conjunta en el Cine Magaly.
— La crisis de Nicaragua está lejos de acabar y por eso es necesario que no se nos olvide en la agenda, principalmente ahora que las relaciones binacionales están afrontando, de nuevo, en un momento tenso. No le quiten el ojo de encima.
Bonus Track: Encuentren más información sobre este tema en la nueva edición de nuestro podcast Mora en Agua, el próximo lunes.