El gobernador del Estado de Washington, Jay Inslee, declaró estado de emergencia sanitaria debido a un brote de sarampión que ha afectado a una treintenta de personas desde inicio de año.
En un comunicado, Inslee dijo que adoptó la medida debido a que Washington tiene bajas tasas de vacunación contra sarampión, por lo que hay un "riesgo extremo para la salud pública", con posibilidades de extenderse a otros lugares de Estados Unidos.
Con la declaratoria de emergencia, Washington podrá hacer uso de todos los recursos oficiales disponibles para ayudar a los afectados, así como solicitar recursos médicos a otros estados del país.
Preliminarmente las autoridades estiman que las infecciones se dieron en lugares muy concurridos, incluido el Aeropuerto Internacional de Portland, tiendas de muebles y suministros, entre otras, por lo que recordaron que es importante vacunarse contra el sarampión previo a ser expuesto a ella.
El sarampión es una infección altamente contagiosa y potencialmente mortal que es más común en niños pequeños. Es fácilmente prevenible con vacunación.