La reforma consiste en dividir el ROP actual en cuatro fondos generacionales, de acuerdo con la edad de las personas.

Los Fondos Generacionales, que surgieron como un proyecto que nació en la Superintendencia de Pensiones (Supen) y entrarán en funcionamiento a partir de marzo del 2025, pretenden mejorar la forma en la que se gestionan los recursos del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP) para robustecer la pensión complementaria y generar un mayores ingresos a la población afiliada al momento de la jubilación.

El sistema de pensiones en Costa Rica está formado por tres componentes: la pensión básica (ya sea del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte o de alguno de los regímenes públicos sustitutos), el ROP y la Pensión Voluntaria.

En el caso del ROP se trata de un sistema de capitalización individual. Es decir, es un sistema de pensión personal para la vejez que se distingue de un régimen de reparto público (como el IVM) porque mientras en este los trabajadores activos financian a los pensionados, en el sistema de capitalización individual se trabaja con un mecanismo de ahorro individual en cuentas personales de retiro, que acumulan el 4,25% del salario mensual reportado, más los intereses que le generen las operadoras de pensiones a esos recursos.

Actualmente, las operadoras de pensiones reciben los recursos de todas las personas afiliadas y administran esos recursos en una sola cartera, es decir que que la estrategia de inversión es la misma para todas las personas. La reforma consiste dividir esa cartera única en cuatro Fondos Generacionales, ajustados según la edad de las personas buscando ofrecer a cada quien un fondo que se adapte a su etapa de vida, considerando el nivel de riesgo correspondiente. Con el paso del tiempo se irán agregando nuevos fondos que correspondan a nuevas décadas.

Sobre las ventajas que introducen los fondos generacionales, desde la Supen señalaron que, para las personas de menor edad las operadoras de pensiones podrán invertir los recursos de esas personas en instrumentos con un mayor nivel de riesgo, que generarán un mayor retorno; mientras que cuanto más cerca se esté la edad de retiro, la estrategia de inversión debe ser más conservadora para garantizar el bienestar de los recursos.

Así, la reforma permite que la población afiliada de menor edad puede asumir más riesgo y volatilidad, con el objetivo de acumular más recursos a partir de inversiones en instrumentos como los de renta variable, que en principio son más volátiles, pero generan mejores rendimientos en el largo plazo.

Sobre esta nueva modalidad el gerente general a.i. de BN Vital, Marco Vargas Aguilar, señaló:

En la actualidad el fondo ROP se administra en una sola cartera, así que la estrategia de inversión es la misma para todos, desde el que inicia la vida laboral hasta el que ya está pensionado. Con el cambio, podremos hacer inversiones acordes con cada grupo de edad, de forma que los jóvenes aspiren a montos de pensión más elevados y para los que ya están pensionados o próximos a hacerlo, se mantengan en un fondo más estable”.

Cada operadora de pensiones deberá definir las estrategias diferenciadas de inversión en este régimen, y las personas tendrán la opción de moverse un nivel cada 5 años, hacia arriba o hacia abajo, con excepción del grupo A, pues al estar ya en la etapa final de maduración o próximos a llegar a esta fase, se busca proteger el capital acumulado para ese momento.