Esta semana el Instituto Clodomiro Picado ha hecho historia al elaborar un suero que inhibe el COVID-19. Este suero es el resultado de una inversión histórica en educación pública, principalmente inversión en Innovación y Desarrollo (I+D), elemento de promoción de nuevas tecnologías y conocimientos que ha llegado a tener resultados importantes en generación de valor agregado y desarrollo económico a lo largo del tiempo.

Estos logros deben de evidenciar el papel de la I+D como una herramienta sumamente importante ante los retos económicos que vive el país.

Actualmente los recursos destinados a este tipo de inversiones son escasos. Según datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), este tipo de inversión representó para el año 2018 apenas 0,39% del Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo del promedio de la OCDE, donde se invierte en promedio cerca del 2,4% del PIB en este tipo de prácticas. Por otro lado, en Costa Rica esta inversión se caracteriza por ser mayoritariamente pública, según datos del MICITT para el año 2018, la inversión en I+D por parte del sector privado representó apenas el 2,97% del total.

Ante estos escenarios, es de suma importancia la formulación de políticas públicas que brinden el contexto amplio y fuerte para la generación de conocimientos que aporten a un conjunto de políticas necesarias para alcanzar un desarrollo económico necesario para el país, siendo la I+D un elemento central.

La asignación eficiente de los recursos públicos debe de ser uno de los pilares fundamentales para la promoción de nuevos conocimientos y tecnologías. Un ejemplo es la asignación presupuestaria a instituciones como el Instituto Clodomiro Picado, al cual, para el presente año únicamente se le ha destinado cerca del 0,3% y 0,2% de los recursos destinados a la UCR y al FEES, respectivamente. Por lo tanto, la discusión de la importancia de estas investigaciones en I+D debe de traducirse en una discusión entorno a una mayor y mejor asignación de los recursos ya existentes en las instituciones públicas.

La participación de todos los sectores es importante para la búsqueda del crecimiento propuesto, por lo que, el sector privado debe de ser parte de este. Ante esto, es de suma importancia proponer una serie de elementos que incentiven este tipo de inversiones por parte del sector privado. Para el país este tipo de practicas no son desconocidas, anteriormente la Ley 7169, Promoción del Desarrollo Científico y Tecnológico, establecía una serie de incentivos fiscales, económicos, científicos y tecnológicos, en búsqueda de aumentar la inversión privada e independiente en I+D, sin embargo, este tipo de incentivos fueron derogados al pasar de los años.

La I+D juega cada vez más un papel determinante en el crecimiento de los diferentes países, por lo que es nuestra tarea aprovechar los contextos, la inversión histórica en educación y el capital humano existente para migrar y generar una economía de conocimientos y productividad, en donde las buenas noticias en los resultados en I+D sean cada vez más comunes y vengan de todos los sectores.

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