Discurso emitido en la inauguración del III Foro de Pensiones de Jupema.

El señor arzobispo de San José, mons. José Rafael Quirós Quirós, agradece la atenta invitación para participar en el presente acto inaugural del III Foro de Pensiones, bajo la consigna de buscar una ruta país hacia la sostenibilidad y protección solidaria de cara a las pensiones 2030.

En esta ocasión no podrá acompañarlos físicamente. No obstante, se une a este acto con su oración, rogando a Dios, Creador de todas las cosas, que, a semejanza de la parábola del Sembrador, la buena semilla caiga en tierra fértil y produzca el ciento por uno.

De gran interés para la Iglesia serán las deliberaciones y acuerdos de todos ustedes, ya que los regímenes de pensiones soportan la mirada de nuestra sociedad, cuando desde la observancia de muchas variables se duda de la sostenibilidad de estos y del futuro del sistema nacional de pensiones.

Por lo especializado de la temática, nuestra palabra de aporte se dirige a resaltar la feliz idea del presente foro de abogar por la protección solidaria que no olvide a los costarricenses empobrecidos y a los que se encuentran en crisis humanitaria.

También consideramos muy oportuno el objetivo de “Ofrecer a las candidaturas presidenciales 2026–2030 y a otros sectores sociales, políticos y económicos, insumos estratégicos para el debate nacional”.

A propósito de candidaturas presidenciales y otros puestos de elección popular, los señores obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica emitieron un mensaje para el presente proceso electoral 2025-2026, desde una mirada pastoral.

A mi parecer, los señores obispos ofrecen un marco de realidad y levantan la voz en la búsqueda de soluciones. Le dicen a electores y candidatos:

“En el discurso político se ha introducido el irrespeto, el insulto y la manipulación, las desavenencias y confrontaciones entre los supremos poderes de la República. La polarización que se observa en la sociedad dificulta notablemente el diálogo nacional en búsqueda de acuerdos para resolver los grandes problemas del país.

“Mientras tanto, se agigantan problemas como la delincuencia y la violencia criminal, el empoderamiento del narcotráfico, la prolongación de la emergencia educativa, el debilitamiento de la seguridad alimentaria, una seguridad social con serios problemas administrativos y operativos, que no puede contener el crecimiento de las listas de espera.”

Siguen diciendo los Obispos:

“Es preocupante la elevada tasa de empleo informal que afecta la calidad del trabajo, el ingreso de las familias, la recaudación de impuestos y la cantidad de personas que contribuyen a la seguridad social. Preocupa una tasa muy baja de fecundidad, que amenaza en un mediano plazo la sostenibilidad de la seguridad social, del régimen de pensiones y de la fuerza laboral.”

Estimados participantes al Foro de Pensiones, en esa búsqueda patriótica de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y proteger solidariamente a todos los ciudadanos, con mucho respeto quiero proponerles que, en la dinámica reflexión/acción, no olviden a los más empobrecidos de nuestro país, para que se les procure una vejez digna.

El recordado papa Francisco estableció tres pilares en la cuestión social: Tierra, Trabajo y Techo, que han sido asumidos recientemente por el actual papa León XIV.

El pasado 23 de octubre el Papa, con motivo del Encuentro Mundial de Movimientos Populares, dijo:

“La Iglesia apoya sus luchas justas por la tierra, la vivienda y el trabajo. Al igual que mi predecesor Francisco, creo que los caminos justos parten de abajo y desde la periferia hacia el centro. Sus numerosas y creativas iniciativas pueden transformarse en nuevas políticas públicas y derechos sociales. La de ustedes es una búsqueda legítima y necesaria. Quién sabe si las semillas de amor que siembran, pequeñas como semillas de mostaza (cf. Mt 13,31-32; Mc 4,30-32; Lc 13,18-19), podrán crecer en un mundo más humano para todos y ayudar a gestionar mejor las “cosas nuevas”.

Lo anterior lo resalto en particular ante la situación que están viviendo cientos de costarricenses en nuestros campos, a consecuencia de la importación masiva de productos agroalimentarios como el arroz, papa, cebolla y otros.

Así, la denominada “Ruta del Arroz” es sinónimo de injusticia social para los pequeños y medianos productores del grano básico. Desde 2022 a la fecha han desaparecido 21 mil hectáreas de cultivo de arroz. Curiosamente, los aranceles a la importación del arroz de cualquier origen se redujeron al 4% para el arroz blanqueado y al 3,5% para el arroz en bruto.

Entonces, ¿quién o quiénes se dejaron casi ₡27.000 millones al 2024, que habrían tenido que pagar al Estado si no se hubieran disminuido los aranceles en los decretos que dieron comienzo a la “Ruta del Arroz”?

El déficit fiscal sigue siendo un problema latente y el erario público requiere captar el dinero necesario para invertir en educación, salud, vivienda popular, obra pública, seguridad ciudadana y más. Por eso y por más, ¿no les parece que estamos ante una injusticia social que acentúa las asimetrías y exclusiones de la fuerza laboral costarricense?

La importación masiva de productos agrícolas no solo atenta contra la seguridad alimentaria, sino también contra las fuentes de trabajo digno. Muchos de esos productores agrícolas son asegurados independientes.

También recordemos que la creación de la Caja Costarricense de Seguro Social y su régimen de salud y el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) ha traído beneficios para la población más vulnerable, así como el programa de pensiones del régimen no contributivo.

Debemos estar siempre agradecidos con esos compatriotas visionarios que pensaron, desde el amor al prójimo, en una Caja patrimonio histórico para la seguridad social, solidaria y universal.

El programa del régimen de pensiones no contributivo es solidario y justo, para mitigar en parte las necesidades de muchos de nuestros adultos mayores que no han gozado de un trabajo digno y decente porque las circunstancias sociales no lo han permitido, pero que, no obstante, han trabajado mucho para levantar la economía del país o de alguien.

A ellos hay que sumar a las personas con discapacidades, mujeres y hombres en viudez, personas en situación de pobreza y enfermos, particularmente en las zonas rurales.

También, no olvidemos la apremiante crisis humanitaria de miles de personas habitantes en condición de calle, “que continúa creciendo”, tal como lo denuncian los señores Obispos en su mensaje con motivo del proceso electoral.

Dicho lo anterior, urge despolitizar la Caja Costarricense de Seguro Social para que adquiera su autonomía institucional y vele por sus propios intereses, y no para beneficio de algunos políticos de turno.

Los mismos Obispos han manifestado que hay que impedir las tendencias a la privatización de la Caja, y piden superar las inhumanas y prolongadas listas de espera (Mensaje de los Obispos de la Conferencia Episcopal a la Iglesia y al pueblo de Costa Rica al finalizar la CXXVII Asamblea Ordinaria, 29 de febrero de 2024). Y agrego: urge el pago de la deuda del Estado.

Bueno, queridos participantes en este foro, termino con el llamado del papa León XIV en su reciente Exhortación Apostólica Dilexi te, cuyo título en castellano es Te he amado (Ap 3,9), que propone la atención prioritaria a los pobres.

Finalmente, estimados participantes a este encuentro, el señor arzobispo de San José agradece y felicita a JUPEMA por propiciar estos espacios de diálogo y búsqueda de soluciones en beneficio de la seguridad social en Costa Rica.

Gracias por esta feliz iniciativa de un foro sobre pensiones, y desea que todos ustedes enriquezcan estos caminos de conversación en favor de un sistema de pensiones sostenible, universal y justo que incluya a los sectores más vulnerables y pobres, para el bienestar social de todas y todos los costarricenses.

De ahí la importancia de un abordaje integral donde no solo se consideren los aportes técnicos para la discusión sobre el Sistema Nacional de Pensiones en Costa Rica, sino pensar en la protección solidaria con los más vulnerables.

Qué Dios lleve a feliz término este III Foro y sus buenos propósitos.