El costarricense Julián Espinosa Flores alcanzó el primer lugar del ranking mundial en la división de peso pluma sin kimono (No-Gi), tras conquistar el título en el Panamericano de Jiu-Jitsu Sin Kimono 2025, disputado del 3 al 5 de octubre en el David S. Mack Sports and Exhibition Complex, en Hempstead, Estados Unidos.
Con este resultado, el atleta también figura entre los cuatro mejores cinta negra del planeta en la clasificación general No-Gi de la International Brazilian Jiu-Jitsu Federation (IBJJF).
Espinosa, integrante de la academia Renzo Gracie International, brilló en la división de peso ligero con una campaña perfecta de cuatro victorias consecutivas, tres de ellas por sumisión, sin recibir un solo punto en contra. En semifinales derrotó al brasileño João Matheus de Melo Assonitis (Double Five) y en la final superó al estadounidense Maximilian John Anthony Hanson, tercer clasificado del torneo y representante de Pedigo Submission Fighting.
Tras obtener la medalla de oro, Espinosa celebró el cierre de un ciclo competitivo que había tenido dos subtítulos consecutivos en el mismo certamen.
Finalmente gané este torneo después de dos años de plata en cinturón negro”
Sobre su desempeño en el Panamericano, el costarricense destacó la ejecución de su estrategia:
Hoy le mostré al mundo cómo se hace. Cuatro peleas, tres sumisiones y ningún punto anotado contra mí”
El resultado lo consolidó como uno de los referentes latinoamericanos del jiu-jitsu moderno, tanto en la modalidad sin kimono como en el circuito tradicional.
El jiu-jitsu No-Gi, que se practica sin el uso del kimono, requiere mayor velocidad, control y precisión en los agarres, lo que lo convierte en una disciplina de alta exigencia técnica.
Con su nuevo estatus como número uno mundial, Espinosa continúa fortaleciendo la presencia costarricense en el escenario internacional de las artes marciales.
El costarricense Julián Espinosa, de 25 años, se está robando todos los reflectores internacionales. Su ascenso es atípico y un caso de estudio en países como Brasil y Estados Unidos, donde no están acostumbrados a perder ante un centroamericano.
Aquí su historia: