El plan contempla la creación de una fuerza militar internacional y una "Junta de Paz" supervisora presidida por Trump.
El Gobierno de Costa Rica anunció este martes su apoyo al "Plan de Paz de 20 puntos" presentado en Washington por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para detener el genocidio en Gaza.
El documento propone un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes, la desmilitarización de la franja, un programa de reconstrucción y la instalación de un "gobierno transitorio" supervisado internacionalmente.
"El Plan de Paz de 20 puntos presentado por el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, para poner fin al conflicto en Gaza y Medio Oriente representa un paso importante hacia la paz, con un enfoque en el alto al fuego, la liberación de rehenes, desmilitarización, reconstrucción y la creación de un gobierno de transición supervisado internacionalmente", señaló el Ejecutivo en un comunicado divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
El plan fue presentado en la Casa Blanca con Netanyahu durante una visita oficial. Trump ofreció a Israel garantías de seguridad a cambio de concesiones en el terreno humanitario, y el acuerdo fija que las fuerzas israelíes se retirarán de la franja en fases, siempre que se cumpla la entrega de rehenes y la destrucción de la infraestructura militar de Hamás.
La iniciativa contempla además un mecanismo de canje: tras la liberación de los rehenes, Israel excarcelará a más de 1700 detenidos palestinos, incluidas todas las mujeres y los menores de edad. También devolverá restos mortales de gazatíes a cambio de los cuerpos de ciudadanos israelíes fallecidos.
El plan prevé que Gaza sea administrada por un comité tecnócrata palestino, integrado por profesionales locales e internacionales, bajo la supervisión de la llamada "Junta de la Paz", presidida por Trump y con la participación de líderes mundiales como el exprimer ministro británico Tony Blair.
Este órgano sería responsable de coordinar la reconstrucción, atraer inversiones y garantizar que Gaza avance hacia un sistema de gobernanza moderno. El esquema transitorio se mantendría hasta que la Autoridad Palestina complete reformas institucionales que le permitan retomar el control de la franja de manera segura.
Uno de los apartados centrales es la creación de un plan de desarrollo económico que impulse proyectos de infraestructura, modernización de servicios básicos y generación de empleo. Para ello se proyecta una zona económica especial con beneficios arancelarios, además de un programa de recompra de armas financiado internacionalmente para incentivar la desmilitarización.
El documento incluye la formación de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), con participación de Estados Unidos, socios árabes y organismos multilaterales. Su mandato será entrenar y apoyar a cuerpos policiales palestinos, además de cooperar con Israel y Egipto en el control de fronteras.
La ISF sustituirá progresivamente a las Fuerzas de Defensa de Israel, que se retirarán conforme avance la desmilitarización. El acuerdo aclara que Israel no podrá ocupar ni anexionar Gaza, aunque mantendrá presencia perimetral mientras se "garantiza" la estabilidad.
Al menos 32 naciones —entre ellas Brasil, Colombia, Turquía y Arabia Saudí— han acusado a Israel de genocidio en Gaza. También lo han hecho instancias de Naciones Unidas, como la Comisión de Investigación del Consejo de Derechos Humanos y varios relatores especiales; agencias internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras, Human Rights Watch, Oxfam, B’Tselem, Physicians for Human Rights–Israel, el Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos y el Euro-Med Human Rights Monitor; además de organizaciones no gubernamentales como Jewish Voice for Peace, Defence for Children International, Al-Haq, Al Mezan y el Centro Palestino de Derechos Humanos. A estos señalamientos se suman advertencias del Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio y de Genocide Watch, que en 2024 y 2025 concluyeron que Israel no solo corría riesgo de cometer genocidio, sino que ya lo estaba perpetrando.
El pasado 16 de septiembre, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluido Jerusalén Este, y en Israel, establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2021, concluyó que las autoridades y fuerzas israelíes han cometido en Gaza cuatro de los cinco actos de genocidio tipificados en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.