
Inicia la Temporada de Avistamiento 2025.
La zona sur del país recibe nuevamente a las majestuosas ballenas jorobadas que migran desde la Antártida para reproducirse en aguas costarricenses. Desde mediados de julio hasta finales de octubre se desarrolla una de las experiencias naturales más emblemáticas de Costa Rica: la Temporada de Avistamiento de Delfines y Ballenas 2025, especialmente en el Parque Nacional Marino Ballena, en Uvita, zona sur del país.
Durante esta temporada, las ballenas jorobadas del hemisferio sur migran desde la Antártida hasta aguas costarricenses para reproducirse y criar a sus ballenatos. Esta migración convierte al Pacífico sur de Costa Rica en un escenario privilegiado para el avistamiento de cetáceos.
Uno de los operadores turísticos activos en esta temporada es Bahía Aventuras, empresa con sede en Bahía Ballena-Uvita y con más de 15 años de experiencia en turismo marino sostenible. El tour que ofrecen permite a los visitantes explorar el Parque Nacional Marino Ballena en busca de ballenas jorobadas, delfines moteados del Pacífico, delfines nariz de botella, tortugas marinas y aves como piqueros marrones y fragatas.
El recorrido también incluye una visita a la Isla Ballena (roca ballena) y a las cuevas de la Playa Ventanas, así como una pausa para nadar o hacer snorkel si las condiciones del océano lo permiten.
El tour tiene una duración aproximada de 2.5 a 3 horas y está disponible en dos horarios: 8:00 a.m. y 1:00 p.m., con un costo de $60 para nacionales y $90 para personas extranjeras. Incluye guía naturalista bilingüe, entrada al parque, frutas tropicales, agua mineral y dispositivos de flotación.
Bahía Aventuras destaca por su compromiso con el turismo responsable. Es parte de la iniciativa Bahía Ballena Libre de Plástico y promueve prácticas sostenibles, alianzas comunitarias, apoyo a proveedores locales y programas de conservación y educación ambiental.
Aunque se realiza todo el esfuerzo por lograr el avistamiento de cetáceos, la empresa recuerda que la experiencia depende de factores naturales y no se puede garantizar con certeza absoluta. No se utilizan dispositivos de sonar, por lo que la experiencia y pericia de la tripulación son fundamentales para detectar los avistamientos desde la distancia.
La temporada también cuenta con una ventana de avistamiento adicional entre diciembre y febrero, cuando llegan las ballenas jorobadas del hemisferio norte, provenientes de California y Washington.
La zona sur del país se consolida así como un punto clave para el turismo marino sostenible, ofreciendo a visitantes nacionales e internacionales la oportunidad de conectarse con la biodiversidad marina de forma segura, informada y respetuosa.