Expertos de Blue Valley School recomiendan mantener una estructura en la rutina diaria, establecer límites, negociar y estimular el juego libre, entre otras cosas.
Llegan las vacaciones escolares y, con ellas, más tiempo libre en casa para niños, niñas y jóvenes. Este período puede ser mucho más que un espacio para descansar: también es una oportunidad valiosa para que sigan aprendiendo y fortaleciendo su desarrollo cognitivo. Expertos académicos hacen una serie de recomendaciones a los padres de familia, que les puede apoyar en esta tarea.
Giselle Cordero, psicopedagoga y coordinadora de Blue Valley School, explica que lo ideal durante las vacaciones es que los niños encuentren un equilibrio entre el descanso, la diversión y actividades que los conecten con sus intereses y estimulen su crecimiento integral.
“Es importante que padres, niños y jóvenes comprendan que, aunque es momento de relajarse, también es útil mantener una rutina flexible, con actividades que permitan ocupar el tiempo de manera sana y enriquecedora. Establecer límites claros ayuda a que los hijos tengan un buen balance en su día y que desarrollen habilidades para organizarse y negociar sus tiempos”, señala Cordero.
Uno de los retos más frecuentes es el uso excesivo de pantallas. El tiempo prolongado frente a dispositivos puede afectar las interacciones sociales e incluso generar ansiedad. Por eso, Cordero sugiere que las familias establezcan acuerdos sobre el uso de dispositivos y promuevan otras formas de ocio como el juego libre, el deporte, la lectura o las actividades al aire libre.
“Una buena idea es negociar con los hijos: por ejemplo, dedicar una hora a leer, dibujar, colaborar con responsabilidades hogareñas o moverse antes de usar el celular o la consola de videojuegos. Así, se promueve un equilibrio sin imponer, sino invitando al diálogo y a la responsabilidad compartida”, comenta.
La estructura es muy importante. Respetar horarios de sueño y proponer momentos cotidianos en familia, como cenar juntos todas las noches, sin dispositivos de por medio, de forma que tengan la oportunidad de conversar y ponerse al tanto de lo que cada miembro del hogar vive.
Cordero invita a los padres a adoptar lo que el psicólogo social Jonathan Haidt llama una “mentalidad de jardinero”, según plantea en su libro La generación ansiosa (Deusto, 2024). En lugar de controlar cada paso, se trata de crear las condiciones para que los intereses y fortalezas de los hijos puedan florecer.
“El juego libre es clave. A través del juego, los niños aprenden, desarrollan su creatividad, fortalecen sus habilidades sociales y canalizan su energía de forma positiva. Es una forma natural de explorar el mundo y descubrir quiénes son”, concluye la especialista.
Recomendaciones para los padres
- Desarrolle una estructura para la rutina diaria.
- Establezca límites en términos de tiempo de conexión dispositivos electrónicos, otras actividades y horarios de sueño.
- Negocie espacios y actividades con sus hijos.
- Hable con ellos y descubra cuáles son sus intereses: arte, deporte, lectura, entre otros.
- Estimule la lectura diaria.
- Realicen actividades juntos: cocinar, jardinería, juegos de mesa.
- Aprendan algo nuevo, hagan cosas diferentes.
- Designe ciertas tareas de colaboración en el hogar, para desarrollar un sentido de responsabilidad.
- Sean creativos. Utilice un paseo para aprender del lugar, crear una historia. Si van al supermercado, practiquen matemáticas a la hora de hacer las compras.
- Permítales jugar libremente.
