Bajo el lema Conectando estrategia, ambiente y sostenibilidad, la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) celebró este jueves el Congreso de Sostenibilidad 2025.
Un espacio que reunió a líderes empresariales, autoridades, especialistas nacionales e internacionales, con el fin de reflexionar y compartir experiencias sobre cómo avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible, resiliente y humano.
“Desde la Cámara de Industrias trabajamos para que Costa Rica cuente con un entorno favorable al desarrollo empresarial, pero también para fortalecer las capacidades internas de nuestras empresas. La sostenibilidad debe estar en el centro de esa estrategia, entendida como un equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental. Cuando una de esas dimensiones se descuida, la sostenibilidad se pone en riesgo; pero cuando avanzan juntas, la empresa cumple su verdadero rol en la generación de empleo y en el aporte al bienestar del país", dijo en la apertura José Pablo Montoya, vicepresidente de la CICR.
Dos visiones internacionales: del desarrollo interior a la inteligencia artificial
La expositora internacional Asa Jarskog ( Suecia) compartió una visión profunda sobre los Objetivos de Desarrollo Interior (ODIs) como una herramienta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A través de ejercicios prácticos y una invitación a la reflexión, Jarskog instó a los asistentes a desarrollar habilidades humanas esenciales —como la empatía, la compasión, la escucha activa y la co-creación— en un mundo saturado por la tecnología.
“La confianza es esencial para la cooperación”, señaló, subrayando que enfrentamos una crisis global de confianza que ralentiza los procesos colectivos y afecta la sostenibilidad a largo plazo.
Desde una perspectiva tecnológica, Ayari Pérez Pérez de Valora Consultores México, abordó los riesgos y oportunidades de la inteligencia artificial (IA) como herramienta para el desarrollo sostenible. Destacó que la IA puede contribuir al 79% de los ODS, mejorando desde la eficiencia energética hasta el acceso a servicios médicos y financieros, pero también advirtió sobre sus impactos sociales y ambientales, como el consumo energético de los centros de datos y la potencial ampliación de brechas de desigualdad.
“La inteligencia artificial necesita una gobernanza basada en derechos humanos, para evitar que se convierta en un instrumento de vigilancia o censura”, alertó.
Buenas prácticas empresariales y desafíos compartidos
El Congreso también ofreció un espacio para conocer iniciativas empresariales concretas que ya están marcando la diferencia. Así, Camila Murillo, del Sistema Coca-Cola Femsa, compartió su experiencia en economía circular y modelos de producción sostenibles y Guillermo Rodríguez, del Banco Nacional, presentó su modelo de sostenibilidad empresarial basado en tres pilares: liderazgo en finanzas sostenibles, gestión integrada de riesgos ASG y liderazgo con el ejemplo.
María Gómez Tristán, de Aliaxis, expuso el uso del Análisis de Ciclo de Vida y su programa de gestión de residuos de PVC como parte de su estrategia de descarbonización y Esteban Gutiérrez, del Grupo ICE, mostró cómo esta organización ha integrado la sostenibilidad en su estrategia corporativa. Por su parte, Marina Rodríguez, de Dos Pinos, relató cómo la empresa impulsa valor sostenible a través de sus relaciones corporativas.
Finalmente, un panel sobre circularidad y gestión de residuos, con representantes de Florex, FIFCO y SEPLASA-Minae, puso sobre la mesa los avances y retos en la gestión ambiental del sector. Entre otros temas, se destacó que Costa Rica genera 1,2 kg de residuos por persona al día, y la tasa de reciclaje ronda el 6% al 8%. En este contexto, la meta nacional es duplicar la circularidad para el 2030, lo que traería beneficios tanto ambientales como sociales. La clave, coincidieron los panelistas, está en diseñar productos considerando todo su ciclo de vida —desde la escogencia de materias primas hasta su disposición— para que en lugar de generar residuos, generemos recursos reutilizables.
