Académicos, comunidades y ONG denuncian crisis ambiental sostenida y ausencia de regulación en zona clave para la conectividad ecológica del Pacífico Sur.
Académicos de la UCR y la UNA, comunidades locales y organizaciones ambientalistas reactivaron su llamado a una moratoria contra el turismo inmobiliario en la Fila Costeña, tras la mediática paralización judicial de un proyecto en Portalón días atrás. Alegan una crisis ambiental sostenida y falta de regulación en esta zona clave para la conectividad ecológica del Pacífico Sur.
DatoD+: El Caso Portalón se mantiene bajo investigación en la causa penal 24-000079-1111-PE. La Fiscalía presume delitos como tala ilegal, falsedad ideológica e invasión de áreas de protección. La viabilidad ambiental del proyecto fue suspendida por Setena.
Según denuncian, el caso del proyecto habitacional suspendido en Portalón, en el Corredor Biológico Paso de la Danta, dista de ser un hecho aislado, pues “es solo uno de los múltiples casos que ilustran la creciente amenaza que enfrenta este importante ecosistema montañoso debido a desarrollos inmobiliarios sin una regulación adecuada”.
En un comunicado emitido por Kioscos Ambientales de la Universidad de Costa Rica se alertó sobre el desarrollo de proyectos turísticos en la Fila Costeña por la libre, “una amenaza creciente en la región”. Indicaron, por ejemplo, que el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) determinó que un 25 % de las construcciones en el cantón de Osa operan sin permisos y destacaron que solo en el distrito de Bahía Ballena se tramitó un récord de 2.000 permisos en 2022, mientras que el crecimiento del sector aumentó en un 300% en apenas cuatro años (informe “Situación del Reciclaje 2021-2024” de la Asociación de Reciclaje AmbiciOsas, 2025).
DatoD+: En el cantón de Osa, entre 2005 y 2014, se otorgaron 2.247 permisos de construcción: “en 2008 se alcanzó un pico, seguido de una caída por la crisis inmobiliaria mundial; sin embargo, desde 2013 la tendencia ha retomado un crecimiento acelerado”.
El comunicado también recuerda que una investigación liderada por Carlos Morera Beita, de la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (UNA), reveló que entre 2002 y 2006, el 56 % de los permisos de construcción en la zona se otorgaron en áreas de fuerte pendiente y bosque primario. “Muchas de estas edificaciones carecían de los permisos necesarios, lo que provocó deslizamientos y sedimentación en cuerpos de agua, afectando negativamente ecosistemas sensibles como el Parque Marino Ballena”, indica Kioscos Ambientales. Y agrega:
El auge del llamado “turismo inmobiliario” ha propiciado la deforestación en zonas clave, en especial aquellas con vista al mar. En comunidades como Dominicalito, este fenómeno ha llevado al desplazamiento de habitantes locales para dar paso a desarrollos turísticos”.
Estudios registrales realizados por Óscar Leiva, máster en Desarrollo Territorial Rural por FLACSO, estiman que entre el 70% y el 75% de las propiedades en Ojochal están en manos de personas extranjeras. La denuncia subraya que el “estilo constructivo” que se desarrolla en estas propiedades (grandes casas con vista al mar) implica “la apertura de caminos en zonas boscosas y con pendientes pronunciadas, contribuyendo a la fragmentación de los parches de bosque que garantizan la conectividad ecológica de la fauna y flora”. Según el Diagnóstico del Corredor Biológico (2018), esta conectividad se había visto reducida en un 70% debido a la fragmentación.
DatoD+: La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) denunció en 2008 la proliferación de residencias en la Fila Costeña mediante vacíos legales, como el Reglamento para el Control de Fraccionamientos y Urbanizaciones, “que permite lotificaciones agrícolas sin evaluaciones ambientales integrales por parte de SETENA, bastando sólo una inspección municipal para obtener permisos”.
Kioskos Ambientales también destacó el impacto negativo sobre el recurso hídrico, acotando que “la eliminación de cobertura forestal afecta la calidad y disponibilidad del agua, altera el ciclo de recarga de acuíferos y, junto con el traslado de material pesado por caminos no aptos, ha provocado daños a manantiales”. Amparan esa denuncia en la documentación levantada por el biólogo Jorge Lobo Segura desde 2006 y en las “constantes interrupciones en el suministro de agua a comunidades de tierras bajas debido a fugas y roturas en la red, como refieren las y los vecinos”.
DatoD+: El Parque Nacional Marino Ballena es el tercero más visitado del país. Reúne a su alrededor 317 empresas de hospedaje, 1.713 habitaciones y 103 establecimientos gastronómicos en el distrito (Bahía Ballena) más pequeño del cantón de Osa.
Las irregularidades, en efecto, trascienden el Caso Portalón dado a conocer la semana pasada. El fiscal ambiental de Osa, Camilo Flores Pacheco, indicó que los delitos ambientales más frecuentes en la Fila Costeña incluyen: tala ilegal, cambio de uso de suelo, invasión de áreas de protección y de cauces de agua, destrucción o extracción de vegetación en zonas protegidas, y aprovechamiento ilegal de recursos.
DatoD+: Entre 2008 y 2010, el Tribunal Ambiental Administrativo abrió 44 expedientes por denuncias relacionadas con proyectos inmobiliarios, hoteles y aserraderos en esta región.
Solicitud de moratoria
Desde 2008 la Universidad de Costa Rica hizo un llamado público a establecer una moratoria al turismo inmobiliario en esta zona. Este pronunciamiento subrayó la necesidad urgente de replantear los modelos de desarrollo turístico hacia enfoques sostenibles en respeto tanto del ambiente como de las culturas locales (UCR, 2008). Más de 15 años después, el el 17 de julio de 2024, la Comisión de Alianza Comunal del Corredor Biológico Paso La Danta presentó ante el Concejo Municipal de Osa un acuerdo comunitario surgido del foro “Enlace Tierra+Mar”, realizado en el Festival del Día del Océano 2024. El acuerdo solicita:
- Una moratoria en los permisos de construcción hasta contar con la regulación adecuada.
- La actualización integral del Plan Regulador Cantonal.
- La declaratoria de la Fila Costeña como “Categoría de Manejo Especial de Protección”.
- La conformación de una Mesa de Diálogo Ciudadana para avanzar hacia un ordenamiento territorial participativo.
Un foro reciente titulado "El impacto de la industria inmobiliaria en la Fila Costeña del Pacífico Sur” (Surcos Digital, 5-4-2025), evidenció que lejos de responder a los llamados y cuestionamientos (que la comunidad ha hecho por lustros) la administración ha permitido que la presión sobre estos territorios aumente considerablemente. En el espacio se reiteró “la necesidad urgente de establecer una moratoria hasta contar con un plan regulador integral y participativo”.
Importancia de la zona
Kioskos Ambientales recordó que el Corredor Biológico Paso de la Danta es un territorio que conecta las regiones del Pacífico Central y Sur de Costa Rica entre los ríos Savegre y Térraba, abarcando aproximadamente 82.000 ha y 68 km de costa, según datos de ITCR (2014). “Es un corredor con ecosistemas diversos y de gran valor biológico, que protege zonas clave como los arrecifes rocosos de Dominicalito, el arrecife de coral en el Parque Nacional Marino Ballena y otras áreas costeras adyacentes”, destacaron.
Por su parte, la Fila Costeña se extiende desde Dominical hasta Palmar Norte, descendiendo cerca de la costa y de la carretera Costanera Sur. Como bosque tropical húmedo, “alberga una mezcla única de especies de bosques secos y húmedos, muchas de ellas endémicas”. Además, “cumple un rol clave en la conectividad ecológica entre áreas protegidas como los parques nacionales Manuel Antonio, Marino Ballena, Corcovado y el Humedal Térraba-Sierpe”. La Fila Costeña también regula el clima local, tanto en la costa como en el Valle de El General, y es fuente de manantiales, cuencas y microcuencas vitales para la salud de los ecosistemas costeros y el abastecimiento de agua potable para las comunidades de tierras bajas.