Bloque Verde cuestiona posición de Costa Rica como coanfitrión de la Cumbre de los Océanos de la ONU.

En junio de 2025 Costa Rica será coanfitrión de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano que se realizará en Niza, Francia. En la previa, el país decidió quitar su apoyo a la Agenda 2030, de manera que se elimina el financiamiento institucional y la condición de interés público para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Dato D+: La Agenda 2030 es un plan de acción de las Naciones Unidas (ONU) cuyo fin último es erradicar la pobreza y la desigualdad, proteger al planeta contra la degradación y los efectos del cambio climático, y garantizar los derechos humanos para todas las personas.

Esta acción es señalada por el grupo ecologista Bloque Verde como un "episodio que desconcierta a la comunidad internacional y debilita su imagen como referente en liderazgo y compromiso ambiental". 

Esto no solo implica un desinterés por la sostenibilidad como política de Estado, sino que debilita la capacidad del país para acceder a cooperación internacional, articular esfuerzos multisectoriales y garantizar derechos fundamentales".

El objetivo número 14 de la Agenda 2030 justamente tiene como fin impulsar la conservación y la utilización de los océanos de manera sostenible. Por tanto, la agrupación se cuestiona "¿con qué liderazgo y legitimidad puede el gobierno coorganizar una cumbre sobre océanos?", y además señalan "¿quién nos va a tomar en serio si somos verdes solo de las fronteras para afuera, y aquí adentro la política ambiental es negacionista, contradictoria y regresiva?"

Otros antecedentes

Bloque Verde hizo un repaso por decisiones del Gobierno que denotan, según consideran, una política ecocida de la mano del desmantelamiento institucional y el abandono sistemático de sus propios compromisos ambientales y sociales.

Señalan que recientemente se dio a conocer el trasiego autorizado de 12,6 toneladas de aletas de tiburón martillo para su reexportación, reportado por la organización CREMA en marzo de 2025.

Otra situación es lo ocurrido en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, donde se "ha instaurado un modelo autoritario e impuesto de toma de decisiones, ignorando a las comunidades locales y permitiendo el avance de intereses gentrificadores y extractivos". 

Además, recuerdan que el Gobierno busca elevar los niveles permitidos de pesticidas en el agua potable, lo que consideran que atenta contra los derechos humanos, la salud y el cumplimiento del ODS 6 (Agua limpia y saneamiento).

Toda la zona norte de Cartago enfrenta niveles peligrosos de contaminación con degradados del clorotalonil en sus nacientes y pozos, superando los límites establecidos por la legislación vigente".

Cambio de rumbo

La agrupación recordó que apenas hace seis meses Stephan Brunner Neibig, vicepresidente de la República, reafirmaba el compromiso del Gobierno con la implementación de la Agenda 2030, y enfatizaba que era clave para el desarrollo sostenible de Costa Rica.

"Con el 41% de los indicadores ODS mostrando un comportamiento desfavorable, es urgente que todos los sectores de la sociedad, desde el gobierno hasta el sector privado y la sociedad civil, intensifiquen sus esfuerzos para reducir las brechas sociales, económicas y ambientales”, mencionaba el funcionario.

Bloque Verde asegura que la decisión del Gobierno deja muchas dudas, debido a que la Agenda 2030 tiene como columna vertebral los proyectos de cooperación internacional que hacen posible la implementación de políticas ambientales. Por eso cuestionan:

¿Qué va a pasar con estos y otros financiamientos cuando los organismos internacionales vean el actuar del gobierno?, ¿Se trata de una decisión inspirada en la postura reciente de la administración Trump, que anunció su rechazo a la Agenda 2030 hace apenas un mes? ¿O es una acción deliberada para polarizar, aprovechando la ola conspiranoica que rodea a esta agenda?".

Finalizaron indicando que Costa Rica no puede seguir sosteniendo una narrativa de ejemplo global mientras autoriza el aleteo, envenena sus nacientes, silencia comunidades y desactiva compromisos internacionales. "Si realmente quiere defender los océanos, debe empezar por cuidar sus ríos, proteger sus bosques, respetar a sus pueblos y garantizar el carácter público y democrático de sus políticas ambientales", zanjaron.