Trabajo inició en 2022.

El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) comunicó que ya concretó 21 planes de manejo para áreas silvestres protegidas, “consolidando estos espacios como herramientas clave para la gestión sostenible y el desarrollo económico local”.

Estos planes de manejo son instrumentos esenciales que orientan la administración de cada área protegida, asegurando la conservación a largo plazo de sus valores ecológicos y promoviendo una gestión integral.

Su implementación permite maximizar el uso de recursos, fortalecer la planificación y garantizar que cada decisión impacte positivamente en la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.

El Minae indicó que desde el 2022 se ha trabajado en la oficialización de estos 21 planes, “cumpliendo con los requisitos técnicos y legales exigidos”.

Las áreas silvestres protegidas que ya cuentan con este instrumento incluyen:

  • Refugio Nacional de Vida Silvestre (RNVS) Preciosa Platanares
  • Zona Protectora (ZP) Las Tablas
  • Reserva Biológica (RB) Bicentenario Pájaro Campana
  • ZP Cerro Atenas
  • RNVS Gandoca-Manzanillo
  • RNVS Tapiria
  • RNVS Conchal
  • Manglares de Bahía Golfito
  • RNVS Nogal
  • Parque Nacional (PN) Barbilla
  • Humedales de Manglares entre Colorado de Abangares y Níspero de Cañas
  • ZP Caraige
  • PN Carara
  • PN Chirripó
  • RB Hitoy Cerere
  • RNVS Iguanita
  • RNVN Iguanita
  • PN Isla del Coco
  • PN Corcovado
  • Humedal Nacional (HN) Térraba Sierpe
  • ZP Acuíferos Pococí

El ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, destacó la importancia de estos planes de manejo como un paso fundamental para mejorar la planificación y la gestión de las áreas silvestres protegidas en el país.

“El proceso de planificación de un Área Silvestre Protegida es clave para el cumplimiento de sus objetivos de conservación. Uno de los grandes retos encontrados por esta administración era la falta de acción planificada en muchas de estas áreas, lo que dificultaba su protección efectiva”.

Agregó que estos planes permiten un uso más eficiente de los recursos, asegurando una relación directa entre las acciones de manejo y su impacto en la conservación de la biodiversidad. La iniciativa también ha sido posible gracias a alianzas estratégicas entre el sector público y privado, en aras de “reafirmar el compromiso del país con la protección ambiental y el desarrollo sostenible”.