Antes de comenzar con cualquier comentario sobre el tema, tengo que admitir que desinstalé TikTok hace unos meses, por el tiempo tan extendido que pasaba en la plataforma. Así que, usuario fiel de la app no soy. Sin embargo, entiendo y comprendo la importancia a nivel de marketing de las tendencias en un mundo cada vez más globalizado. Quizás pronto, no sé cuándo, vuelva a descargar la aplicación. Dicho eso, TikTok se ha convertido en una ventana muy interesante y puntual para la literatura, porque es ahí donde muchos libros se han popularizado en los últimos años. Bajo la etiqueta (o hashtag, quise aparentar, pero me ganó nuevamente el anglicismo. Ustedes me conocen) #BookTok, existen tanto clásicos como historias noveles, que se han vuelto virales de la noche a la mañana.
Autores como Colleen Hoover, Taylor Jenkins Reid y Madelline Miller se han hecho un espacio en el For You de TikTok, y han dado viralidad a sus obras. Además, clásicos como El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale) han revivido para gusto del inconsciente colectivo. Cuando me preguntan si uno como escritor, debería tener este tipo de redes sociales y surfear la ola de la tendencia, mi respuesta es muy simple: yo me debo a mis lectores. Si mis lectores están en este tipo de ventanas digitales, la oportunidad de compartir con ellos está al alcance de un clic (o tap, como se dice para los teléfonos inteligentes). Más bien la pregunta sería, ¿por qué no?
Ahora bien, la pregunta que va a generar más profundidad en todo este tema es la siguiente (y ojo que creo que voy a caer mal): ¿es BookTok una oportunidad para descubrir grandes historias o solo una burbuja de tendencias efímeras que generan ventas, pero no clásicos?
BookTok nos da recomendaciones cortas y breves (en un mundo que cada vez más pide las cosas en la mano) y que nos dan el criterio emocional de la experiencia de un lector frente a una obra. Esto genera engagement (o enganche, como me gusta decirle) lo que permite al algoritmo entender que las personas están hablando de un tema específico, en este caso libros.
Las editoriales han adoptado una estrategia frente a esto y se compone de diseñar portadas pensadas en BookTok, contratación de influencers y hasta eligen que publicar con base en su potencia viral (sin mencionar que algunas se fijan en la cantidad de seguidores del autor). Las ventas, en algunos casos, han aumentado hasta un 50%, y géneros como el romance contemporáneo, la fantasia juvenil y el dark academia dominan.
La siguiente pregunta que todos se hacen, pero que nadie se atreve a decir en voz alta es: ¿estos libros triunfan por su calidad literaria o simplemente porque se viralizan? El algoritmo claro que influye en la decisión de que consumen los lectores, en algunos casos dejando por fuera libros que no son tan “tiktokeables” pero que tienen un gran valor literario. Incluso ha habido casos donde la necesidad de leer un libro es mucha, se genera ruido y ventas, pero finalmente terminan decepcionando a los lectores.
Sin embargo, hay algo muy rescatable en todo esto y es que, como sucedió con J.K. Rowling a principio del siglo XXI, TikTok ha fomentado la lectura y ha logrado entusiasmar a millones de jóvenes con los libros. El único riesgo que visualizo en todo esto es que la literatura se convierta en una moda pasajera en lugar de una pasión duradera en las nuevas generaciones.
Debe existir un balance entre dejarse guiar por las tendencias y aventurarnos a descubrir libros que realmente nos impacten. Como les mencionaba la semana pasada, buscar la oportunidad de leer cosas que nos reten intelectualmente y nos abran el panorama a un mundo de posibilidades. De todos modos, si un libro nos emociona o no, al final, la culpa es del arte.