Profesionales en nutrición se muestran preocupados por obstáculos que presentan las madres para brindar una lactancia adecuada.
Como una gran preocupación. Así califican los nutricionistas el hecho de que solo un 27,5% de niños reciban lactancia materna exclusiva hasta los seis meses en el país, de acuerdo a la Encuesta de Mujeres, Niñez y Adolescencia (EMNA) realizada en 2018. Diferentes brechas socioeconómicas, laborales y educativas están ocasionando una importante desigualdad entre las madres costarricenses.
Esta situación es expuesta por el Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se lleva a cabo desde el 1 hasta el 7 de agosto.
Precisamente, acogidos al lema establecido para este año: “Cerrando la brecha, apoyo a la lactancia en todas las situaciones”, los profesionales en nutrición destacan las principales brechas que afectan actualmente a las madres costarricenses y sus bebés.
La Dra. Ingrid Broitman, representante del CPN explica que uno de los de los principales obstáculos es de índole educativo. “Solo un 52,9% de los niños fueron alimentados con pecho en la primera hora post parto, lo que se puede deber a que existe la necesidad de que el personal de los centros hospitalarios, tanto privados como públicos, cuenten con una capacitación apropiada y la comprensión sobre la importancia de que el menor y su madre mantengan un contacto piel con piel sin interrupciones durante los primeros 60 minutos de vida, lo que no sólo favorece el vínculo, sino también la producción de leche”.
Asimismo, el apoyo adecuado en estas instancias es especialmente importante para las mujeres que han tenido un parto por cesárea, pues se asocia con un abandono más temprano de la lactancia y a mayores dificultades para amamantar para quienes enfrentan este proceso.
También se crea una brecha entre aquellas madres que no pueden acceder a una asesoría o clínica de lactancia, pues la información inmediata que, disponen puede provenir de internet, la cual está altamente influenciada por la industria de fórmulas infantiles o de mitos de familiares o personas cercanas que tradicionalmente se han basado en costumbres culturales que pueden ser poco saludables.
Por otro lado, a nivel laboral es evidente la desigualdad existente entre aquellas madres que al regreso de su licencia de maternidad disponen de condiciones idóneas para extraerse leche y apoyo de sus patronos y compañeros de trabajo, frente a quienes no lo tienen.
Este es un factor que puede ocasionar que las madres no logren la lactancia materna exclusiva y el periodo de lactancia disminuya, tomando en cuenta que en Costa Rica el promedio es de 15,7 meses; sin embargo, los expertos recomiendan al menos 24 o más.
“Es importante destacar además que a pesar de los grandes esfuerzos y la robusta legislación existente en el país en pro de la lactancia materna, aún falta mucho camino por recorrer para lograr actualizar la Ley 7430 que protege a la familia del marketing agresivo de la industria, entre otras cosas. Han aparecido más productos en estos últimos años que no están cubiertos por la ley y arriesgan la lactancia materna de los costarricenses”, agrega la representante del CPN.
En línea con esto, las mujeres que desean denunciar malas prácticas laborales relacionadas con la lactancia o publicidad engañosa o peligrosa se encuentran en desventaja, ya que no se da un adecuado marco de sanciones y seguimiento de los casos.
Ser madre adolescente y tener un parto prematuro también son condiciones que desfavorecen la lactancia materna, debido a que, por sus condiciones y necesidades, se genera una desigualdad. Sobre este último punto, apoyar a las mujeres con niñas y niños prematuros (que representan el 8% de los nacimientos en Costa Rica) para que puedan extraer su leche y dejarla a sus bebés, es un gran reto. Los servicios de neonatología requieren infraestructura para que ellas puedan tener espacios abiertos 24/7 para extraer la leche y acompañar a sus hijas e hijos, especialmente tomando en cuenta que este alimento humano aumenta en los bebés la probabilidad de sobrevivir y presentar menos secuelas.
Madres cada vez más conscientes de la importancia de amamantar a sus hijos
En medio de esta gran cantidad de brechas, la Dra. Angie Jiménez, también representante del Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) y quien es especialista en nutrición pediátrica y consultora de lactancia materna IBCLC, asegura que cada vez son más las mujeres que comprenden la importancia de la lactancia materna y se esfuerzan por cumplirla.
“Actualmente, existen muchos factores físicos que inciden en el proceso normal de amamantamiento como enfermedades crónicas, preeclampsia, traumas o depresiones, que han hecho que cada vez más las mujeres busquen apoyo o información porque quieren luchar para dar leche materna a sus hijos”, explica la Dra. Jiménez.
La nutricionista hace énfasis en que el proceso de lactancia materna debe ser natural y de disfrute respetuoso para ambas partes, para lo cual es necesario disponer de la correcta información y preparación sobre el tema, rodearse de una red de mamás que se encuentran en la misma etapa y que puedan darse apoyo entre sí y dejar atrás creencias o tradiciones que se transmiten de generación en generación en muchos casos.
Asimismo, reitera que la leche materna aporta ácidos grasos esenciales para el desarrollo cerebral y tiene repercusión en procesos posteriores de las niñas y los niños como la digestión y la alimentación complementaria, además de que es fuente de células madres, las cuales pueden ayudar en caso de que se presente una enfermedad autoinmune o alguna condición especial.
Adicionalmente, la lactancia materna es crucial para disminuir la mortalidad infantil, las enfermedades gastrointestinales, respiratorias o diarrea en los bebés, favorece el desarrollo físico y mental de las niñas y los niños. El vínculo afectivo que se genera con la mamá a través de esta práctica, impacta la química cerebral del bebé.