El termino sur global lo conocí cuando hice mi maestría, en el norte global así es como le llaman al tercer mundo; se me hace un eufemismo inmundo. La semana pasada, un tipo que estaba frente a mi hablando de temas random le llamó de la misma manera a este pedazo del planeta, sur global. Tome mil, pensé. Al pan, pan y al vino, vino, América Latina en el mejor de sus días es un carrito sin frenos en una montaña rusa.

Ayer intenté hacer varios trámites urgentes en dos municipalidades, obviamente no pude realizar ninguno por qué #burocracia, y mi conclusión es que esto es el quinto mundo, el hoyito del diablo, un país controlado secretamente por mapaches desde su sala de mando en las antiguas instalaciones de la Asamblea Legislativa. Este país no lo ordena ni Stalin en esteroides cabalgando el dragón de Rhaenyra.

El cine latinoamericano nos ha brindado maravillosas películas retratando este sin sentido, a continuación, mis recomendaciones.

Mejor película para recordar que somos hijos del subdesarrollo

Las marimbas del infierno (Véala en Prime Video)

Esta es una comedia guatemalteca que es tan tercermundista que pese a ser comedia es en realidad un drama, y es que no podría ser de otra manera, en Las marimbas del infierno un marimbero en decadencia es extorsionado por las maras. Ante este y otros problemas realiza una impensada alianza con un metalero para poder seguir a flote con su tarea de músico. Esta fusión que resulta divertida no está libre de retos y la buena actitud de los protagonistas con frecuencia choca con la pared del quinto-mundismo que habitamos. Bríndese la oportunidad de ver cine centroamericano este fin de semana y disfrute de Las marimbas del infierno.

En el quinto mundo no aplica la frase de: si no está roto, no lo arregle, más bien vivimos bajo la lógica de: está roto, pero aún aguanta o diay, se rompió. Y así vamos, día tras día esperando que el poste que tiene 743.566 cables guindando y está más torcido que la moral del Poder Judicial aguante y no se le venga encima a un ciudadano desprevenido. En uno de los muchos trámites de ayer intenté quitar el usufructo que tenía mi abuelita (ya fallecida) de una propiedad, y para eso llevé la certificación de defunción que emite el registro civil, pues no, no es suficiente. Para la burocracia del Registro Nacional no es suficiente que la burocracia del Registro Civil certifique una defunción, resulta que además debo pagarle a mi notario de confianza para que de fe que mi abuelita se murió, estamos todos locos.

Mejor película para choriceros del sur global

Carancho (Véala en Netflix)

Los caranchos en Argentina, son lo que acá llamamos zopilotes (diferentes pájaros, mismas personas). Esta gente son una especie de tramitadores de cualquier vaina estatal que si se hiciera por las vías regulares tardaría entre 3 meses y 30 años, pero que con uno de ellos el trámite puede salir en cosa de una semana (igual y lo estafan a uno, no sale nada y se pierde la plata, con los zopilotes no hay garantía).

En Carancho, Ricardo Darín (inserte stickers de muchos corazones con brillitos) es un tipo de estos, re turbio, anda sacándole plata a las aseguradoras de accidentes, pero principalmente a las víctimas de los accidentes. Un tipo despreciable que hace lo que sea por unos centavos. En esta película vemos entonces las bajezas cometidas por nuestro protagonista intentando siempre ganarle al sistema a costa de fregar al primero que se ponga al camino, Darín aplica con el prójimo la Ley de Herodes (véanla en Netflix) o te chingas o te jodes.

Todos los días sale un tonto a la calle y el que lo agarré es de él, América Latina no está hecha para inocentes de espíritu pues si uno se pone, se lo suenan. Esta tensión del día a día es cansona y en algunas ocasiones desmotivadora, pero una vez más, las cosas son como son y no quisiéramos. Lo positivo de esta ingrata realidad es que se puede afrontar desde el humor, y esto me sirve para presentar la recomendación que con más entusiasmo les comparto esta semana.

Mejor serie para reírse de la lucha de clases

El Encargado (Véala en Disney+/Star+)

Empiezo diciendo que esta serie tiene la maravillosa cualidad de dejarlo a uno contento luego de cada episodio, sensación que solo recuerdo haber experimentado con Ted Lasso (véanla en AppleTV), acá no digo que es de las mejores series del mundo, pero es la serie que necesitamos. Capítulo a capítulo nos divierte, nos relaja y nos deja queriendo más.

En El Encargado, Guillermo Francella (inserte sticker de corazones y ositos) hace las de una figura que en Costa Rica es inexistente pues aquí las torres de apartamentos son cosa nueva (acá de una entraron las empresas administradoras), el encargado es una mezcla de administrador, con portero, con mantenimiento del edificio, hace de todo para que la torre y sus habitantes funcionen de manera adecuada. El relato se desarrolla en una torre de gente pudiente y los residentes son tan variopintos como se puedan imaginar. El Encargado no es ningún santo, los condóminos tampoco, unos luchan contra otros y todos contra todos pues ya casi no quedan almas buenas. La serie es divertidísima y si usted vive en una torre de apartamentos la sentirá casi, casi como un documental, pero uno para partirse de risa. De corazón les recomiendo que vean El Encargado, no tengo duda que les dará las risas y sonrisas que tanto necesitamos.

Cierro con dos anuncios parroquiales diría Delfino:

  1.  Los y las invito a visitar www.algomasquecine.com o en Instagram es una página tica, acá encontrarán críticas de cine, rifas de entradas y otro buen poco de información interesante. En los próximos días, DeCine (yo) me reuniré con ellos para ver si se logran aterrizar un par de proyectos, si algo cuaja los pondré al tanto.
  2. No la he visto (lo haré esta semana), pero propios y extraños me han dicho que Alien Romulus está genial (aún está en casi todos los cines), entonces confiando en el boca a boca acá les dejo la propuesta para que vayan a verla y juzguen por ustedes mismos.

Muchas gracias por leerme y que tengan una feliz semana.