El 10 de diciembre, China publicó el tercer Documento sobre la Política hacia América Latina y el Caribe, en el que expone de manera integral su política hacia la región y traza una “hoja de ruta” para impulsar las relaciones China–ALC a nuevas alturas.
América Latina es una tierra de esperanza y vitalidad, y un amigo entrañable en sintonía con China
“La íntima amistad borra la lejanía”. Aunque China y ALC están separadas por vastos océanos, comparten concepciones de desarrollo similares y una profunda afinidad entre sus pueblos. Ambas partes poseen la rica herencia de civilizaciones antiguas, la valiosa tradición de independencia y desarrollo conjunto, y la firme aspiración de salvaguardar la equidad y la justicia internacionales. Son socios y amigos naturales. Como componentes importantes del Sur Global, China y ALC tienen innumerables razones para apoyarse mutuamente y avanzar de la mano.
La cooperación ALC florece con vigor y constituye un ejemplo de la cooperación Sur–Sur
En 2008 y 2016, el Gobierno chino publicó respectivamente dos documentos marco sobre su política hacia ALC, que han orientado de manera estratégica el desarrollo de las relaciones bilaterales. Bajo la diplomacia de jefes de Estado, las relaciones China–ALC han profundizado su convergencia de intereses y destino, ingresando en su etapa más sólida y configurando un referente de cooperación Sur–Sur.
El presidente Xi Jinping ha visitado la región en seis ocasiones, mientras que los líderes latinoamericanos han realizado visitas sucesivas a China, consolidando intercambios de alto nivel y un consenso político en favor del desarrollo. China es hoy el segundo socio comercial de ALC; 24 países se han incorporado a la iniciativa de la Franja y la Ruta; en 2024 el comercio bilateral superó los 500.000 millones de dólares, duplicando el nivel de hace una década, y la inversión china ha generado más de un millón de empleos.
Paralelamente, se amplía la cooperación en finanzas, nuevas energías, 5G y otros sectores estratégicos. En el plano cultural y humano, el Foro China–ALC: Diálogos entre Civilizaciones se ha celebrado siete ediciones, mientras que los programas de becas, capacitación y exención de visados han fortalecido el intercambio recíproco. En el ámbito multilateral, China y ALC han articulado posiciones para impulsar la reforma de la gobernanza global y enfrentar desafíos como el cambio climático, proyectando una voz más cohesionada del Sur Global.
Los cinco programas y el prometedor futuro de las relaciones China–ALC
En mayo de este año, en la Cuarta Reunión Ministerial del Foro China–CELAC, el presidente Xi Jinping anunció el lanzamiento conjunto de los cinco programas de solidaridad, desarrollo, civilización, paz y pueblo, con lo cual China y ALC se han convertido en una comunidad de futuro compartido que avanza unida.
El tercer Documento sobre la Política de China hacia ALC responde estrechamente a las preocupaciones y necesidades de la parte latinoamericana y propone más de 40 medidas concretas de cooperación. Es el “plan maestro” para materializar los cinco grandes programas y dará un nuevo impulso a las relaciones China–ALC.
- “Solidaridad” se refiere que ambas partes continúen apoyándose mutuamente en cuestiones relacionadas con sus intereses fundamentales y principales preocupaciones, fortaleciendo de manera constante la confianza estratégica.
- “Desarrollo” se refiere que China está dispuesta a compartir con ALC las oportunidades del desarrollo liberadas de la modernización del estilo chino, elevar la capacidad de desarrollo autónomo y sostenible, y lograr la prosperidad común.
- “Civilización” se refiere que China y ALC deben promover conjuntamente intercambios entre civilizaciones que superen las barreras, forjando un proyecto civilizatorio de integración y aprendizaje mutuo.
- “Paz” se refiere que ambas partes deben defender juntas la equidad y la justicia internacionales, perfeccionar los mecanismos de gobernanza global e inyectar mayor estabilidad al mundo.
- “Pueblo” se refiere que la amistad China–ALC proviene del pueblo, se arraiga en el pueblo y sirve al pueblo, fortaleciendo los intercambios y la cooperación en materia de gobernanza social y estrechando los contactos entre las poblaciones.
A mi juicio, la cooperación China–ALC se basa únicamente en el apoyo mutuo, sin cálculos geopolíticos ni apuntando contra terceras partes. Como señaló el presidente Xi Jinping, sin importar cómo cambien los vientos y las nubes en el escenario internacional, China y ALC siempre son buenos amigos y socios. Tenemos que avanzar con determinación, para transformar el documento de política en resultados concretos de cooperación y escribir un nuevo capítulo en la construcción de la comunidad de futuro compartido China–ALC.
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