Alexandr Sklioutovsky recibió el reconocimiento de la Medalla Universidad Nacional.
La Universidad Nacional (UNA) reconoció la trayectoria de Alexandr Sklioutovsky, académico de la Escuela de Música, quien ha destacado en la formación de jóvenes pianistas en el país.
Hace 30 años Sklioutovsky dejó Frunce en la ex Unión Soviética, para asistir a la boda de su hija en un país que no sabía ubicar en el mapa: Costa Rica. Aquí encontró tierra fértil para desarrollar el talento de jóvenes pianistas que hoy cosechan aplausos alrededor del mundo.
"Antes de que alguno de sus alumnos salga al escenario, prefiere sentarse en el lugar más alto del teatro y observar. Confía en el talento y lo confirma con la ola de aplausos que se desencadenan al final de la presentación", compartió la UNA en su homenaje.
El pasado 20 de junio en el auditorio Cora Ferro Calabrese, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional, le entregó la Medalla Universidad Nacional a Sklioutovsky en reconocimiento a su trayectoria de excelencia y aportes al arte y la cultura.
De acuerdo con Steven Oreamuno, presidente del Consejo Universitario, la Medalla Universidad Nacional se entrega en casos excepcionales a personas o instituciones cuya trayectoria de excelencia o sus aportes en el campo social, humanístico, científico, artístico y cultural constituye un ejemplo en la construcción de una sociedad más humana, más plena, inspirada en los más altos valores de una cultura de paz, justicia y bienestar social.
El acuerdo detalló que Alexandr ingresó a laborar en la UNA en 1995, y durante los últimos 27 años de trabajo "se ha convertido en un verdadero cazador de talentos y forjador de sueños para cientos de estudiantes amantes de la música y el piano en Costa Rica".
Alexandr Sklioutovsky compartió:
Amo la música, mi vida es enseñar. Dice un filósofo que escojas un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar en tu vida; yo escogí la música y nunca vengo a trabajar, porque cada día disfruto más lo que hago, me apasiona, soy feliz y lo seguiré haciendo por mucho tiempo más”.
Según puntualizó la universidad, el académico no tenía como sueño ser pianista, fue su madre quien decidió que él sería pianista. "Mi madre sabía lo que yo quería ser en verdad”.
En su país fue profesor universitario y trabajaba en la Academia Nacional de Música, donde también preparaba a estudiantes para los concursos. Hoy, con más de 300 graduados y casi 900 premios alrededor del mundo, Alexandr agradeció el reconocimiento.
Yo pienso que yo obtuve mi vida aquí, mi casa, no un edificio un modo de vida, yo los amo a todos porque son mi familia. Estoy agradecido con todos, con los directores, con los rectores, con los estudiantes, esta medalla es para todos”