Por Jorge Ulloa Picado - Estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial
A lo largo de la historia, el desarrollo de la industria ha sido un elemento de vital importancia para el crecimiento de los países en todo el mundo, desde la creación de la mecanización de los procesos hasta la producción en masa y automatización gracias a los robots. Recientemente, se ha catalogado “Industria 4.0” a un conjunto de avances tecnológicos que se están encargando de facilitar nuevas oportunidades de mejora en muchos ámbitos de aplicación de nuevas tecnologías, por ejemplo, inteligencia artificial, internet, dispositivos móviles, sistemas de almacenamiento en nube, etc. Es posible ejecutar muchas cosas que anteriormente eran más complejas. Hoy en día estas tecnologías están revolucionando la industria completamente, apuntando al desarrollo de actividades más precisas y controladas, así como también a una mejora considerable en la preservación del medio ambiente.
Actualmente nuestro modelo de economía es lineal, y se enfoca en la extracción, fabricación, utilización y eliminación de los productos desarrollados. Sin embargo, esto ha venido decayendo en los últimos años debido a que es un modelo insostenible. Muchas industrias como la textil, la alimentaria, entre otras, están en peligro de sufrir muchos cambios, ya que se ha demostrado que muchos de los desechos que generan estas industrias no son tratados correctamente, lo que terminan fortaleciendo la contaminación a nivel mundial. La implementación de una economía circular debe estar orientada a la disminución de recursos, reducción de los residuos y a limitar el consumo de energía.
Muchas organizaciones a nivel mundial, como el Foro Económico Mundial y las Naciones Unidas, se han encargado de realizar estudios contundentes sobre las políticas medioambientales que deberían tomar en cuenta las empresas en el futuro, con el fin de mejorar la situación actual del planeta. De hecho, en el 2021, el Foro Económico Mundial inició una campaña muy fuerte en pro de este cambio, y muchos de los factores en común que tienen estas nuevas medidas es que están ligadas completamente al desarrollo de la Industria 4.0.
Existen muchas medidas que las industrias pueden implementar para disminuir su huella de carbono en el mundo. Recientemente han surgido muchas iniciativas que incentivan a estas empresas a ser conscientes de varias huellas medioambientales que se generan debido a sus operaciones. Dentro de estas estrategias se pueden destacar el calcular la huella de carbono, compensar la huella de carbono, comunicar la huella de carbono, desarrollar un proyecto clima, reducir la huella y controlar la huella. Estas y muchas otras estrategias son las que se están tomando en cuenta en las organizaciones y empresas a nivel mundial que tienen como fin ajustarse a los nuevos parámetros establecidos.
Según un estudio de las Naciones Unidas para el medio ambiente, 40% de la economía mundial necesitaría los productos y procesos ecológicos. Un economista del Guind Institute for Ecological Economics estimaba en 1997 que el valor de los ecosistemas es de 33 000 mil millones de dólares (Envol Vert, 2011). En Indonesia, 21 millones de hectáreas de bosque primario desaparecieron entre 1990 y 2005, debido a la explotación maderera para la obtención de pasta de papel y carbón vegetal, y a los cultivos de palma africana destinados a la producción de aceite de palma. Un 80% de la deforestación en Brasil es causada por la ganadería. Según los informes de Greenpeace, entre los responsables se encuentran varios importantes actores industriales del dominio textil, algunos de ellos conocidos como Adidas, Nike o Timberland, que dependen de la ganadería para la producción de cuero (Envol Vert, 2012).
Es por esto por lo que las industrias que no puedan adaptarse correctamente a estas nuevas políticas de gestión medioambiental, como la industria alimentaria o la industria textil, sufrirán caídas relativamente fuertes en la productividad de sus operaciones. Según el Foro Económico Mundial se pretende alcanzar para el 2050 el carbono neutro a nivel mundial, penalizando a todas aquellas empresas que no se adapten correctamente estas nuevas imposiciones.
