Por Abxel Vallecillo Chavarría - Estudiante de la carrera de Ingeniería Química Industrial

Los polímeros son materiales que están presentes en cada aspecto de nuestra vida cotidiana y surgieron como un gran avance tecnológico para la industria, ya que se adapta fácilmente a los requerimientos de manufactura de cada producto, es decir, hay más variación en cuanto a propiedades físicas y mecánicas. Son materiales versátiles y accesibles económicamente por lo que representan una opción significativamente viable para fabricar diversos productos. Su impacto en la industria ha sido tan memorable que podría decirse que estamos viviendo en la era de polímeros. Sin embargo, este escenario no es del todo positivo, ya que si bien representan desarrollo e innovación también pone en evidencia su gran poder de contaminación. Al final de la vida útil de los polímeros, estos pasan a ser uno de los residuos más contaminantes del planeta. De acuerdo con Pinto Da Costa et al. (2020), de la cantidad total de plásticos enviados a vertederos, el 79% es transportado a los océanos, menos del 10% se recicla, y el 12% se incinera. Ante preocupantes cifras, es prudente cuestionar ¿de qué otra manera se pueden aprovechar los residuos poliméricos?

Primeramente, es necesario comprender que los residuos poliméricos son más voluminosos que los residuos orgánicos y una gran parte de estos residuos no se degradan. Por lo tanto, la constante demanda ha provocado la acumulación de residuos poliméricos no biodegradables en el vertedero, lo cual consume mucho espacio y contribuye a los peligros ambientales (Dwivedi et al., 2019). A raíz de esto, diversas organizaciones y movimientos ambientalistas han generado campañas de concientización dirigidos a la población mundial para disminuir el consumo de los plásticos, cuya composición elemental son los polímeros, tal es el caso de la eliminación de plásticos de un solo uso. Asimismo, se han fabricado polímeros biodegradables que contribuyen a disminuir el paso de los polímeros por el planeta. Sin embargo, estos esfuerzos no son suficientes para los polímeros no biodegradables, por lo que se han generado diversos estudios para determinar de qué otras posibles formas se puede tratar esta clase de residuos.

Un ejemplo de aprovechamiento o gestión de residuos poliméricos es el caso que exponen Dwivedi et al. (2019), que es el tratamiento mediante pirolisis mediante un enfoque de pirolisis catalítica para la conversión de desechos poliméricos en productos energéticos. La pirolisis de estos desechos poliméricos implica una descomposición térmica controlada en ausencia de oxígeno, que rompe sus macromoléculas en otras de menor peso molecular, lo que da como resultado la formación de una amplia gama de productos tales como hidrógeno o inclusive hidrocarburos, los cuales se pueden utilizar en otras aplicaciones (Dwivedi et al., 2019). Otro aprovechamiento bastante interesante es la utilización de residuos poliméricos termoplásticos para la adsorción de agentes contaminantes tales como metales pesados y compuestos orgánicos hidrofóbicos en ambientes acuosos, lo que ofrece una oportunidad potencial para el tratamiento de aguas residuales (Zhang et al., 2019).

El aprovechamiento de estos residuos poliméricos también implica un gran impacto a nivel socioeconómico, ya que podría contribuir a una economía circular. Enfocar este tipo de tratamientos a nivel nacional sería bastante ventajoso, ya que proporcionaría fuentes de empleo a través de un método que contribuye al medio ambiente. Por otra parte, el aprovechamiento de los residuos poliméricos también podría representar una ventaja considerable ante las situaciones actuales a nivel mundial por el COVID-19, ya que la demanda de los plásticos ha aumentado ante las necesidades de diversos dispositivos, por lo que buscar formas de reciclaje para aprovechar el material desechado sería un escenario beneficioso a nivel mundial.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Dwivedi, P., Mishra, P., Kumar, M. y Srivastava, N. (2019). Non biodegradable polymeric waste pyrolysis for energy recovery. Science Direct. https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S240584401935858X
• Pinto Da Costa, J., Rocha, T. y Duarte, A. (2020). The environmental impacts of plastics and micro-plastics use, waste and pollution: EU and national measures. European Parliament. https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2020/658279/IP OL_STU(2020)658279_EN.pdf
• Zhang, H., Pap, S., Taggart, M. A., Boyd, K. G., James, N. A. y Gibb, S. W. (2019). A review of the potential utilisation of plastic waste as adsorbent for removal of hazardous priority contaminants from aqueous environments. Environmental Pollution, 113698. doi:10.1016/j.envpol.2019.113698