Historia de un taxi
— Hace más de dos décadas, cuando tenía que tomar tres buses para ir de Pavas a San Pedro, empecé a sospechar que no vería en mi vida un sistema de transporte público eficiente ni en San José, ni en la GAM, ni en Costa Rica. Hoy no sospecho, lo doy casi por un hecho.
— Eso sí, no tengo la menor duda de que por mucho tiempo seguiremos pagando muchos estudios de prefactibilidad, asesorías, grupos focales y toda una serie de maravillosos y eternos peloteos por los cuales se seguirá escurriendo la plata que al país no le sobra.
— Volviendo al inicio de siglo: tomé entonces una decisión que a la mayoría de ustedes les parecerá absurda y extrema: sin importar lo que sucediera, no me compraría un carro y haría todo lo posible por evitar desplazamientos innecesarios. Llegué al extremo de comprarme un moto y de mudarme siempre, cerca de mi lugar de trabajo. Ya entonces me parecía un insulto a la salud mental la situación de las calles en el Valle Central y no podía resignar...