Por Tatiana Castillo – Estudiante de la Escuela de Administración de Negocios
La humanidad se encuentra atravesando una época difícil, de mucha angustia y temor; pareciera que se está proyectando un capítulo de aquella serie que se veía como un hecho imposible y absurdo. ¿Estaban las personas preparadas para un cambio radical como el que estamos viviendo? Cientos de personas han quedado desempleadas, grandes compañías han reportado pérdidas irrefutables y pequeños empresarios han tenido que abandonar sus negocios debido a la dificultad de mantenerlos en pie durante la crisis. En Costa Rica, si las proyecciones del sector empresarial se cumplen, el desempleo aumentaría en más de 8 puntos porcentuales, al pasar de 12,4% a más de 20% (Arrieta, 2020). Tristemente, quien no se adapta al presente desaparece en segundos, y más en tiempos de cambios bruscos y repentinos como una crisis mundial.
¿Será esta la oportunidad y el empujón que algunos necesitaban para acelerar el proceso de innovación, idear proyectos y reinventarse? Al parecer las empresas que están aplicando esta teoría son las que le están ganando la batalla al COVID-19. Hoy es el coronavirus, pero mañana pueden ser los cambios del gobierno, problemas e inestabilidad política, desastres naturales, o bien una nueva epidemia. El panorama se ve nublado para cientos de personas que aún no han logrado encontrar su salida y digo “aún” porque se está a tiempo, nadie sale de una crisis jugando a la defensiva, se debe atacar, reinventarse y proponer, no solo una vez al mes, sino todos los días (Aparicio, 2020). Pero, ¿cómo dejar de lado lo que se venía ya haciendo para afrontar cambios radicales que no se sabe si darán el resultado esperado? Es complicado y, en muchas ocasiones, podría convertirse en una situación angustiante y de mucho estrés. Habrá que tomar riesgos y superar miedos, rediseñar planes, cambiar estrategias y replantearse objetivos. ¿Da miedo? Claro, pero da más temor quedar atrapado en esta pandemia. Es hora de cambiar de mentalidad, afrontar la realidad y renacer, no de atorarse por el simple temor a fracasar.
Si tiene una empresa, es momento de renovar ideas, escuchar a sus colaboradores, analizar el entorno, observar las tendencias y lo que hace su competencia, adaptarse a los avances tecnológicos y proponerse nuevos objetivos y metas. Por otro lado, si usted es de los que lastimosamente han quedado desempleados, es momento de ponerse creativo y desarrollar ese proyecto que ha tenido en mente por años, pero por miedo no lo ha iniciado; o bien, es tiempo de poner en práctica ese talento nato y sacarles el mayor provecho a sus habilidades.
No solo usted o su negocio están atravesando tiempos difíciles, hay miles de compañías y personas tratando de sobrevivir. Por esto, se deben buscar alternativas para salir adelante e innovar, además de buscar y crear ese aspecto diferenciador que lo hará resaltar y triunfar entre los demás.
Llénese de fuerza, de buenas ideas y mucho entusiasmo, sea visionario, innovador, crea en sus capacidades, utilice sus habilidades blandas, sueñe, sea creativo y ejecútelo. Recuerde que esta pandemia es pasajera y que en un futuro, cuando desee observar su recorrido, podrá mirar hacia atrás y sentirse orgulloso de haber peleado contra un virus, una crisis y un mercado desesperado y exigente. Quien no crece, desaparece; está en usted hacer el cambio y adaptarse a esta nueva normalidad que nos trajo el 2020.
