Por Mariana Carvajal Gutiérrez – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
Un nuevo problema, que nadie veía ni pensaba, ha hecho que nos tomemos con seriedad el cambio tecnológico al que, en pleno siglo XXI, muchas empresas, personas u organizaciones se resistían, pues se veía como opción. No obstante, ahora se ha vuelto una necesidad, dada la posición en la que nos ha puesto la pandemia al restringir casi totalmente las comunicaciones personales que teníamos hace sólo unos meses. Esto ha golpeado la industria y el comercio, y aún más esas PYMES que veían de lejos la utilización de la tecnología como aliado principal de sus empresas. Como sabemos, la tecnología se puede desarrollar de distintas maneras, por lo cual, durante algunos años, han aparecido nuevas formas como aplicaciones, anuncios publicitarios y algunos otros más.
En esta época de crisis muchas empresas han quebrado o han estado a punto de la quiebra, ya que ha sido un tiempo difícil para todos, en el cual muchas de esas han tenido que buscar alternativas modernas para poder solventar el proceso de cambio en sus procesos productivos. Para hablar de algunas de estas alternativas, basta con mirar en nuestro entorno las miles de personas que cambiaron su día a día sentados en una oficina, por estar sentados desde sus casas haciendo las labores diarias por teletrabajo; o el restaurante que, de manejar sus ventas únicamente presenciales, tuvo que reinventarse buscando aplicaciones móviles y soluciones digitales para dar exposición a su marca o producto y poder solventar sus ventas; sin mencionar las empresas acostumbradas a las reuniones y conferencias presenciales que ahora tienen como reto poder comunicarse y hacer rendir cuentas de una forma ordenada, rápida y eficaz desde sus hogares por diferentes medios tecnológicos.
Es un proceso que, si bien es cierto puede ser difícil, tedioso y hasta un poco costoso, puede ser un gran aliado para la PYME. Los procesos de automatización y producción pueden generarse con mayor control y a largo plazo puede que toda esta situación optimice su productividad. Estos cambios pueden suceder en varias direcciones como la proyección de marca, venta de productos, automatización de procesos, orden contable, solo por mencionar algunas; pero la tecnología nos abre la perspectiva de poder lograr casi cualquier cosa si se trabaja de la forma correcta.
La crisis, sea cual sea, siempre será un oportunidad para reinventarse y crecer, aunque puede ser más difícil que en una situación normal y hasta pueda presentar más riesgo de que algo pueda salir mal, tal vez pueda ser la oportunidad para salir adelante. Como dijo John H. Newman (1801-1890), cardenal y escritor británico: “En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces”.
Para finalizar, la tecnología ha venido a cambiar la perspectiva de cómo muchos ven el mundo y, no solamente en esto, también ha venido a innovar el área laboral a nivel universal. Esto ha permitido a las empresas mantener a sus equipos de trabajo laborando establemente, detrás de un simple paso como la tecnología, a través de aplicaciones, publicidades, reuniones virtuales y muchos más. Y podemos ver que las empresas pequeñas pudieron adaptarse a esta modernidad para poder solventar sus ventas. Así es que, después de épocas de crisis, las buenas cosas quedan y quedan como aprendizaje, para seguir mejorando día a día.