Días convulsos

— Tras la tragedia de Cambronero el país entero quedó sacudido. En medio de la conmoción, surgen todo tipo de cuestionamientos e interrogantes que, en efecto, deben de encontrar respuesta. Hay muchos dimes y diretes en este momento; cualquier cantidad de versiones que discrepan.

— Es menester, por supuesto, aclarar dudas y, posteriormente, tomar las medidas del caso. No solo a fin de determinar si existieron responsabilidades que no fueron atendidas como lo solicita la ley, sino también para procurar evitar, en la medida de lo posible, situaciones similares a futuro.

— Lo mínimo que se le debe a la memoria de quienes perdieron la vida en el accidente, es llevar adelante esta investigación con la seriedad y el respeto del caso. No puede Costa Rica, ni siquiera en momentos tan particulares como este, terminar de perder la integridad y el humanismo.

— Digo momentos como este porque es claro que los ánimos están caldeados por todos, todos los frentes. Es mucha la frustració...