El futbolista ciego de la selección nacional de Costa Rica, Ángel Flores Guardado, viajó a Porto Alegre, Brasil, para incorporarse al equipo ASDEFIPEL y disputar la Copa Interclubes de dicho país sudamericano.
Flores se convirtió en el primer futbolista costarricense de la categoría B1 (sin percepción de luz a percepción de luz, pero inhabilidad para reconocer la forma de una mano) que se convierte en legionario internacional.
Desde territorio brasileño, Ángel conversó con LaJornada.cr sobre este logro profesional:
El objetivo principal es conseguir un boleto para competir en la serie B de Brasil, que es la segunda división por decirlo así. Y por último llegar a la serie A, que sería el equivalente a la primera división"
El futbolista adaptado explica que la oportunidad surgió después de la Copa Lotería Cundinamarca 2019 en Bogotá. En dicho torneo participó con la selección nacional y uno de los jugadores de la selección de Colombia reconoció su calidad.
El colombiano formaba parte del equipo ASDEFIPEL, y por ende recomendó a Ángel con los directores del club. Ellos observaron videos del costarricense y no dudaron en contactarlo para que se incorporara a los entrenamientos.
Él habló conmigo e íbamos a viajar los 2, sin embargo por la pandemia no se pudo, hasta ahora"
Ángel, de tan solo 20 años de edad, es originario de Escazú y tiene experiencia en el fútbol adaptado y ajedrez adaptado, disciplina en la que posee un titulo nacional, el cual fue adquirido a finales del año pasado.
Con la selección nacional de fútbol, se le reconoce entrar en los libros de récords como el jugador más joven que debuta en un Campeonato Mundial de Fútbol para Ciegos de la Asociación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA). Lo logró en el Mundial de Madrid 2018, cuando solo tenía 16 años y estaba dando sus primeros pasos en el deporte.